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LA LIMA QUE NO CONOCES: El Palacio Legislativo
Ubicado en la Plaza Bolívar se levanta un edificio de estilo francés académico que alberga al Congreso de la República, el cual comenzó a ser construido en 1906, pero debido a los avatares de la política, recién pudo ser terminado en 1939. Para cualquiera que lo ve por fuera puede ser solamente la sede del Parlamento, pero pocos reparan en el inmenso valor cultural que representa por las joyas artísticas que atesora, por su diseño arquitectónico y por toda la historia que ha discurrido entre sus paredes. Sobre la puerta principal se encuentra una alegoría de la Patria, acompañada de la Justicia y la Ley, quienes reciben a los visitantes. Y trasponiendo sus altas puertas, el Hall de los Pasos Perdidos nos da la bienvenida. Más allá, a derecha e izquierda, y en pisos superiores, sus salones guardan valiosas pinturas, esculturas, muebles y objetos de todo tipo, que llegaron con el tiempo y se quedaron para contarnos parte de su historia. Diseñado por el francés Emilio Robert en 1906, el edificio proyectado originalmente era muy distinto al actual, ya que incluía una gran cúpula. Sin embargo, por razones económicas se variaron los planos, encargándose su construcción al arquitecto peruano Ricardo de Jaxa Malachowski, quien culminó el proyecto. Uno de los ambientes principales del edificio es el hemiciclo, donde se celebran las sesiones plenarias del parlamento. Este imponente salón fue inaugurado en 1908 durante la ceremonia de transmisión de mando presidencial de José Pardo y Barreda a Augusto Leguía. Sin embargo, su construcción total demoró hasta 1912, tiempo en el cual los diputados sesionaban en el Palacio de la Exposición. Luego de los cambios al proyecto original, el Hall quedó con una gran bóveda y tres vitrales que dejan pasar la luz. El piso de mosaico italiano fue realizado por Amadeo Montellato, de la Artisti Mosaicisti di Venezia (Italia) quien había llegado para hacer los mosaicos del Museo de Arte Italiano. Por su parte, el hemiciclo del Congreso, donde se realizan las sesiones para aprobar una ley o rechazarla, es el salón donde se han efectuado más cambios. En sus inicios no tenía el espectacular vitral que tiene hoy y las escaleras eran más angostas. Su bóveda estuvo decorada a mano por el pincel del italiano Víctor M. Altissimo, pero fue cambiado con el tiempo. De su obra han quedado hasta hoy los decorados del techo de cuatro salas: la Presidencia, la sala de recibo de la Presidencia, la sala de la Comisión Directiva y la sala de la Secretaría de la Presidencia. Hablando de vitrales, uno que llama la atención por su belleza es el que corona el Hemiciclo Raúl Porras Barrenechea - donde antes sesionaba el Senado - con una alegoría de la Patria volando y con una pierna estirada. En esta sala también se rescató el año 2000 el hermoso piso de mármol de Carrara, que durante años fue cubierto con un simple tapizón azul. Durante la historia del hemiciclo, ésta ha sufrido modificaciones y ampliaciones debido al aumento del número de diputados. Cada curul está provisto de una conexión para computadoras portátiles e Internet, además de un teléfono y un sistema digital para la emisión del voto electrónico, así como un sistema de audio (micrófono) para las intervenciones del parlamentario. El hemiciclo cuenta además con tres niveles de galerías. En el primer nivel para galerías se ubican, en el extremo derecho, el palco para los invitados del Presidente del Congreso, el palco para el cuerpo diplomático acreditado en el Perú, y las ubicaciones destinadas a la prensa. El segundo y tercer nivel de galerías son para la utilización del público visitante y los asesores de cada congresista que pueden acceder a las sesiones. Estas sesiones no son públicas limitándose el ingreso de público sólo a los invitados y únicamente a las sesiones que no tienen carácter confidencial. En el segundo nivel se ubican las pantallas electrónicas que muestran la presencia de los congresistas y el voto electrónico de éstos. En el piso bajo del hemiciclo, ubicado en la parte central de la mesa directiva y frente a todo el hemiciclo se encuentra una réplica del escaño que ocupó en el siglo XIX el Almirante Miguel Grau Seminario quien fue diputado nacional. Grau, siendo parlamentario, solicitó licencia para servir al Perú en la Guerra del Pacífico como capitán del Monitor Huáscar. Al morir el 8 de octubre de 1879 durante el Combate de Angamos jamás se reintegró al parlamento. Como una señal de respeto y un homenaje al héroe, una réplica de su escaño ocupa ese lugar de honor y el nombre de Miguel Grau es el primero que se llama al momento de pasar lista a los congresistas. Asimismo, detrás de la mesa directiva se encuentra el imponente muro frontal del hemiciclo, que corresponde a la Proclamación de la Independencia. Dicho altorrelieve se encuentra acompañado de dos lienzos - tanto del Libertador San Martín como del Libertador Bolívar - obras maestras del gran artista peruano Daniel Hernández. Esto es grandes rasgos lo que podemos encontrar en el Congreso, una institución tan desprestigiada por sus continuos escándalos y que lo será aún más a partir del 28 de julio, lo que ha llevado a muchos a preguntarse si no sería mejor clausurarlo :(
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