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sábado, 19 de noviembre de 2022

PERÚ: Cómplices del delito

Mientras el Congreso sigue dando vergüenza ajena al permitir tanto a ese viejo senil de Aníbal Torres a realizar un bufonesco espectáculo en el hemiciclo esta semana, como enviar a las calendas griegas las denuncias formuladas contra el filosenderista Pedro Castillo, no actuando con la prontitud que debiera para sacar a ese oscuro individuo del poder - al cual llego mediante el fraude - hay un hecho gravísimo que ha pasado desapercibido para la población ya que ni la prensa le ha dado la importancia que debiera y es la sorpresiva destitución de quienes lideraron en el Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM) la denominada ‘Operación Patriota’, cuyo objetivo era la captura del genocida terrorista Víctor Quispe Palomino alias ‘camarada José’ - cabecilla de los remanentes de Sendero Luminoso y dedicado al tráfico de drogas, conocido además por ser compañero de lucha del propio Castillo, Guillermo Bermejo y Vladimir Cerrón - el cual se realizo sin conocimiento de Palacio, con el objetivo de no alerten a sus secuaces del operativo militar. Como podéis imaginar, dicha operación no fue del agrado de esos impresentables sujetos. “Preocupados por la vida de su camarada, las represalias contra quienes lo realizaron sin su conocimiento tenían que llegar en cualquier momento”, dijo una fuente militar luego de que el analfabeto ese pasara el pasado jueves a la situación de retiro a los artífices de esa heroica misión que como recordareis, en agosto pasado, logró penetrar el corazón donde se realiza el negocio de la droga de Sendero Luminoso. Ellos son los generales del Ejército Miguel Gonzales y Rubén Castañeda y el coronel Marcelino Barriga, comandante general del Comando especial del VRAEM, jefe de la Segunda División de Inteligencia del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, jefe de Operaciones Aéreas del Comando de Inteligencia y Operaciones Especiales, respectivamente. Para sacarlos, Castillo utilizó el manido recurso formal de ‘renovación de cuadros’, que muchas veces se utiliza para deshacerse del personal “incómodo” para los herederos de Sendero que hoy usurpan el poder. En dicha ‘Operación Patriota’ murieron dos efectivos militares y fue la primera vez, luego de 23 años, que las Fuerzas Armadas lograron ingresar a un lugar que era casi imposible de penetrar. Los terroristas tuvieron más de doce bajas y heridos, entre ellos su cabecilla Quispe Palomino, quien logró escapar abaleado. Se incautó importante material que hoy los agentes de inteligencia analizan en profundidad. La salida de los tres altos oficiales era un rumor creciente, ya que Castillo nunca había expresado reconocimiento alguno a la exitosa misión. Jamás enalteció ni felicitó a los comandos que participaron. Tampoco rindió honores a Edin Vásquez Huamán y Marden Valqui Rodríguez, quienes murieron durante el encarnizado combate, pero si se preocupo vivamente - según se ha llegado a saber - por el estado de salud de su ‘camarada José’. ¿Por qué el desagrado del okupa de Palacio? Es público y notorio que este tipejo y varios de sus secuaces, como Bermejo y Cerrón, tienen afinidades demostradas con Sendero Luminoso y los gremios cocaleros del VRAEM, los principales abastecedores de las firmas de narcotraficantes que operan en el lugar, quienes financiaron por cierto, la campaña de Castillo. Para nadie es un secreto que Castillo, Bermejo y Cerrón son los principales impulsores de la industrialización de la hoja de coca, a la que el fiel discípulo de Abimael Guzmán llama “hoja bendita” (?). Es más, del VRAEM sale el 75 % de las 900 toneladas de cocaína que los narcoterroristas peruanos envían al extranjero. Castillo hasta ha prometido la construcción de un aeropuerto en Pichari, considerado el centro de operaciones urbano de los narcos, para que trasladen ‘con más rapidez y seguridad’ sus cargamentos de droga al extranjero, con la obvia ‘protección’ del régimen. Hace unos meses, por si fuera poco, se suspendió inexplicablemente las acciones de erradicación de cultivos de hoja de coca. También se sabe que varias bases militares, que estaban acantonadas a lo largo de los 49 mil kilómetros cuadrados de ese mar de sembríos, han empezado a ser desactivadas para ‘facilitar’ la labor de los narcotraficantes. Castillo, Bermejo y Cerrón consideran al VRAEM un potente bolsón electoral y de financiamiento. De allí su continuo y sostenido apoyo a esos grupos criminales, en su afán de convertir al Perú en otro narcoestado, similar a Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua. De allí su reacción inusitada al operativo militar que también los pillo por sorpresa. Es por ese motivo que el retiro de los generales Miguel Gonzales y Rubén Castañeda, así como del coronel Marcelino Barriga, es una muestra más de la permisividad de Castillo frente a la lacra del narcoterrorismo de la cual él y sus secuaces también forman parte. Es más, no contentos con ese atropello, intentaron sacar de la Dircote a otro de los participantes en esa operación, el general PNP Óscar Arriola, pero tuvieron que retroceder. No obstante, están esperando la ocasión propicia para echarlo. Ahora que ya han logrado un control decisivo en el Ministerio del Interior y la Policía Nacional, necesitan el dominio del Comando Conjunto y terminar de avasallar al Ejército. Cuando consigan eso, con algún pretexto absurdo, como la cuestión de confianza que acaban de presentar o cualquier otro, y provocando una asonada terrorista con algunos centenares o unos pocos miles de matones a sueldo, procederán a cerrar el Congreso. Al que probablemente nadie, o muy pocos, defenderán por su incapacidad para sacarlo del cargo. Ellos mismos se lo están buscando por su nula labor de fiscalización. Entretanto, cada día que pasa ellos se acercan a su infame objetivo de atornillarse en el poder. Si lo logran, ya no habrá retorno posible, como lo enseñan otras trágicas experiencias del continente. El hecho de que una banda de delincuentes comunistas, ineptos e ignorantes, se haya apoderado del gobierno, con el apoyo de los caviares -que querían seguir medrando-, y que pasado un año, este lumpen aun no haya sido desalojado con los mecanismos establecidos en la Constitución, porque la corrupción ha carcomido profundamente toda la institucionalidad, es una demostración que esta democracia fallida no puede ser reconstruida con sus propios mecanismos. Por ello y para evitar que los seguidores de Abimael Guzmán se salgan con la suya, se requieren soluciones radicales. Cuanto antes mejor :)

martes, 15 de noviembre de 2022

PATRIMONIO CULTURAL DE LA NACIÓN: La Fortaleza de Ollantaytambo (Cuzco)

Ubicado en el Valle Sagrado de los Incas, se trata de una joya arqueológica que podemos apreciar camino a Machu Picchu. En efecto, Ollantaytambo fue un estratégico centro militar, religioso y agrícola que aún deslumbra por sus andenes trabajados en piedra y sus imponentes construcciones de más de cuatro metros de altura. En este lugar, Manco Inca se enfrentó a las tropas españolas de Hernando Pizarro y obtuvo la victoria. Ubicado a 80 km de la ciudad del Cuzco -en la provincia de Urubamba- y a 40 km de Machu Picchu, esta zona arqueológica conserva con el tiempo sus casas, calles y canales de la época del Imperio Inca. Es un lugar que envuelve por su magia y misterio. Se cree que fue un cambio de refugio para la realeza y nobleza incaica. La fortaleza fue construida con enormes rocas traídas de una cantera a 6 kilómetros de distancia, cerca del río Urubamba. Para transportar estas piedras, los Incas tuvieron que desviar todo el canal de agua a su alrededor, en una magistral obra de ingeniería y sabiduría. Según investigadores, este complejo tiene sus orígenes en la cultura aymara y su nombre vendría del vocablo Ullanwtawi que significa "ver hacia abajo" o "mirador". Posteriormente, el idioma quechua fue predominando en esta zona y el nombre fue cambiado por Ullantay. Al construirse un tambo o alojamiento en la explanada del lugar, se adoptó el nombre de Ullantay Tampu, que posteriormente se españolizo en Ollantaytambo, como se le conoce actualmente. La construcción de la fortaleza , al igual que del santuario de Machu Picchu, se remonta a la etapa de mayor expansión del Imperio, que a su vez coincide con el gobierno del Inca Pachacútec. Luego de la llegada de los españoles, la fortaleza sirvió de refugio a Manco Inca, quien encabezó la resistencia a los conquistadores. En 1536, las tropas españolas comandadas por Hernando Pizarro se enfrentaron al ejército de Manco Inca en Ollantaytambo. Luego de una cruenta batalla y una tenaz resistencia, los españoles tuvieron que retirarse. Sin embargo, a pesar de su victoria, Manco Inca no consideró viable el permanecer en el lugar, por lo que se retiró a los espesos bosques ubicados en la zona de Vilcabamba, donde él y sus sucesores (conocidos como los Incas de Vilcabamba) pudieron resistir hasta 1570, hasta el colapso definitivo de su reino, con la captura y ejecución de Túpac Amaru I. No cabe duda que Ollantaytambo es un conjunto arquitectónico impresionante. Se encuentra situado a 2792 metros de altitud y tiene una antigüedad de 3500 años. Se cree que su construcción fue orientada en dirección hacia la ciudad del Cuzco. Asimismo, eligieron esta zona por los canales de aguas subterráneas que descubrieron a gran profundidad. Los constructores de Ollantaytambo diseñaron un sistema de acueductos que actualmente sigue en pleno funcionamiento. Cada fuente fue labrada en roca con sus propias características y diseños. La más conocida y considerada la más hermosa es la Fuente de la Ñusta, hecha de una sola piedra y decorada en forma de un portal. En la fortaleza, podremos encontrar seis enormes bloques de piedra de forma rectangular que pertenecen al Templo del Sol. Se ubican en una de las zonas más elevadas del lugar y parecen ser una construcción que ha quedado inconclusa. El monolito más grande mide más de cuatro metros de altura y dos de ancho. La construcción cuenta con una plaza en la cual se ha situado un gran bloque con aristas perfectas, y que, a su vez, están orientadas hacia los puntos cardinales. Las calles están divididas en líneas rectas por las que solía discurrir el agua a través de los canales. Uno de los detalles que más sorprende de Ollantaytambo es que las rocas que se encuentran en el complejo están perfectamente pulidas, poseen cortes impecables y están intactas, lo que quiere decir que los constructores eran capaces de levantar las piedras y transportarlas sin que estas sufrieran daño alguno. Lo que supone toda una hazaña, ya que la fortaleza está construida en una pendiente muy elevada. Sin duda, Ollantaytambo es un típico ejemplo de la extraordinaria planificación urbana de los incas, y por ello un punto obligado de visita para quien esté interesado en esta antigua civilización :)
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