Es una plaga que asola Lima desde hace varios años y el principal responsable de las miles de muertes que ocurren a diario en sus congestionadas y caóticas calles y avenidas ante la total complacencia de la policía, los cuales - por unas monedas - se hacen de la vista gorda y no sancionan ejemplarmente como debiera a esas bestias del volante que hacen de las suyas con total impunidad. Obviamente que me estoy refiriendo a esas camionetas rurales viejas y siniestradas - de fabricación china y coreana - llamadas “combis” que virtualmente han invadido Lima debido a su importación masiva por parte de gente inescrupulosa que trae esa basura contaminante que nadie quiere en sus países de origen y que han colapsado el trafico vehicular al punto que es virtualmente imposible manejar a determinadas horas por las calles de Lima ya que son un peligro público porque no respetan las luces de los semáforos y han impuesto - junto a los ticos coreanos y los taxicholos - la llamada “Ley de la Selva”, en la cada vez mas horrible Lima, donde la vida no vale nada “gracias” a ese trío de indeseables chatarras que deberían ser exterminadas sin piedad alguna, tanto como a las RATAS apristas y sus socios de la mafia criminal fujimorista culpables de esta situación. Y es que debido a su mediocridad y falta de visión de estos menudos impresentables, es increíble que en pleno siglo XXI una ciudad como Lima no tenga un Metro como medio de transporte y sus millones de habitantes tengan que soportar a diario esa tortura de “viajar” -es un decir- en unas unidades viejas y destartaladas que circulan por todo Lima con las ventanas rotas y sin vidrios, asientos artesanales y muy estrechos, puertas sin seguros, techos oxidados y rotos, faros quemados, y por si fuera poco con una espantosa “música” de los conos a todo volumen, además de los sucios y groseros chóferes y cobradores que apestan a mil demonios en esas latas de sardinas. En una palabra, un asco total. Venga, no crean que estoy exagerando, basta con preguntar a cualquiera que ha viajado en ellas para corroborar mi historia. Es por ello que la nueva alcaldesa de Lima, Susana Villarán anuncio el congelamiento de la flota de transporte público en la capital para evitar mayores daños al medio ambiente, durante su discurso en la sesión solemne por el 476 aniversario de fundación española de la ciudad (como si habría algo que “celebrar”).Al grito de:“Ni una combi más en Lima” Villarán manifestó que solo unidades nuevas entrarán al transporte público en reemplazo de las viejas. Dijo que esta medida es la base para tener calles seguras. Vamos, sus intenciones son buenas pero no dijo que hacer con ellas, porque al reemplazarlos por otras las antiguas de seguro las mandarán a otros distritos y el problema se acrecentara, cuando la solución ideal es DESTRUIRLOS INMEDIATAMENTE hasta que no quede uno y si alguien se opone, a la cárcel con ellos. Lima es un caos y hay que tomar medidas drásticas con esa plaga, de la cual incluso crearon el año pasado un videojuego en el cual se demuestra que quienes los manejan – con múltiples papeletas de transito en su haber sin pagar y cientos de muertes a sus espaldas – hacen lo que quieren en las calles como si fueran los reyes de las pistas. BASTA YA :(
