En esta oportunidad nuestra atención se concentra en el Brasil, donde el rechazo generalizado a los exorbitantes gastos ocasionados para la realización del Mundial de la FIFA en un país que -
fuera de la aparente “prosperidad” que quieren mostrar al mundo - se debate en la mas espantosa miseria con millones de favelas que rodean sus ciudades, calificadas como las mas peligrosas del planeta, ha dado origen a una serie de violentas manifestaciones en rechazo a la realización de este certamen deportivo. En efecto, estas protestas, consideradas como un anticipo de los que sucederán durante la Copa Mundial, han colapsado importantes avenidas de Sao Paulo, la mayor ciudad de Brasil, Las manifestaciones se enmarcan en una "jornada de lucha" contra el Mundial convocada por diversos movimientos sociales en al menos quince ciudades brasileñas y también en varias del extranjero. Las protestas se suman a los retrasos –
cientos de obras están sin terminar a escasos días del inicio del certamen - la sobrefacturación y las sospechas de corrupción en torno a las obras del Mundial, considerado uno de los más caros de la historia y que solo beneficia a la mafia de la FIFA.
Como se recuerda, millones de brasileños salieron el año pasado a las calles durante la Copa Confederaciones, derrumbando la popularidad de Rousseff. Con las elecciones en octubre, otro descalabro en las encuestas durante el Mundial podría ser fatal para la reelección de la presidenta. Y es que en un país con tantos problemas sociales sin resolver, muchos no se explican como el gobierno federal haya invertido unos US$ 10.900 millones en los estados y las ciudades sede, de acuerdo al último balance oficial divulgado en noviembre del año pasado. Se trata de una cifra bastante superior a lo previsto: solamente en estadios, se ha gastado a veces el doble o hasta el triple que los presupuestos iniciales.
Lo peor de todo es que a pesar de lo invertido, gran parte de las infraestructuras están aún sin terminar y se duda que estén listas para la inauguración del torneo. Lo más probable es que la cuenta aumente hasta junio, cuando se sumen por ejemplo las estructuras temporarias en torno a los estadios .En un país con grandes deficiencias en salud pública y educación, las fortunas invertidas en el Mundial fueron una de las razones principales de las protestas masivas que Brasil tuvo en junio durante la Copa de Confederaciones. Existe otra polémica en relación a los precios, y es que si bien la FIFA afirma que las entradas de este Mundial son las "más baratas jamás vendidas" lo cierto es que ver en vivo a su selección es un sueño demasiado caro para muchos en este país. Con una disparada de precios durante la Copa, tomar un avión y hospedarse en un hotel para asistir a un partido del Mundial costará miles de dólares en un país donde el salario mínimo equivale a US$311. "La gran mayoría de los brasileños que querían asistir a la Copa no podrán hacerlo", sostuvo Christopher Gaffney, profesor visitante de la Universidad Federal Fluminense que investiga el impacto urbano y social de megaeventos deportivos. Varios economistas anticipan que en junio y julio, los meses del Mundial, la inflación aumentará por el efecto mundialista como ya ocurrió en otras naciones que albergaron la llamada fiesta del fútbol. Todo esto ha contribuido a que gran parte de la sociedad brasileña vea la Copa como un espectáculo inaccesible desde el punto de vista financiero y potencialmente negativo para sus bolsillos.
Venga ya, siempre me he preguntado porque la FIFA decidió entregar la realización de este torneo a un país que no esta en capacidad de hacerlo y que solo generará problemas, como ya lo estamos viendo (Y pensar que también organizarán las Olimpiadas del 2016. La que se va a liar) :(