En esta guerra incesante y mediática desatada por los parásitos caviares de la mano con la prensa basura, el objetivo de su campaña de demolición es indudablemente la Presidenta Constitucional Dina Boluarte. Si bien es cierto - y aquí lo hemos repetido en reiteradas ocasiones - todo lo que aparentemente existe en contra de la señora debe investigarse solo al final de su mandato en el 2026, la forma grosera cómo se publicitan los hechos para implicarla en toda clase de escándalos (fabricados por ellos mismos), evidencia que existe un claro afán de desestabilizar al país andino y crear una crisis política inmanejable de forma inmediata que esos sectores buscan con desesperación. Como recordareis, el pasado viernes, al conocerse que el Gobierno acertadamente había desactivado a la Diviac, que se había convertido en la policía política al servicio del denominado “Equipo Especial de Fiscales Contra la Corrupción del Poder” (Eficcop), que dirige la cuestionada fiscal Marita Barreto, este grupo junto a los policías de la citada Diviac, que lideraba el hoy suspendido coronel Harvey Colchado, realizaron una cinematográfica operación para detener a Nicanor Boluarte y Mateo Castañeda, hermano y abogado, respectivamente, de la mandataria. Como siempre lo hacen, elaboraron un ridículo organigrama en el cual estaban todos los implicados. En la cabecera del mismo, en donde debía estar la foto del jefe de esa ‘organización criminal’, no pusieron a nadie. Hubiera sido el colmo que colocaran la fotografía de la Presidenta, pero es evidente que, para esos miserables, ella es la líder de esa banda. Y a por ella van. Durante meses enteros, esa fiscalía y el grupo policial se dedicaron a captar a colaboradores eficaces, testigos protegidos, agentes encubiertos, hicieron escuchas, seguimientos, grabaciones y hasta celadas. Todo eso para acusar a Nicanor Boluarte de haber ejercido un “poder de facto” y utilizar a prefectos y subprefectos en todo el país, a fin de lograr la inscripción de su partido político Ciudadanos por el Perú. ¿Se justifica tanto tiempo y recursos para comprobar esa situación? Muchos de los casos que han sido presentados como “logros de esa larga investigación” ya habían sido descubiertos y puestos en evidencia por la prensa hace mucho tiempo atrás. Por lo demás y a nadie debe sorprender, que la utilización política de prefectos y subprefectos en el país es moneda común en todos los gobiernos. En el régimen filosenderista de Pedro Castillo por ejemplo, cuando su ministro del Interior era el caviar Avelino Guillén, se nombró a docenas de esas autoridades, todas ellas con antecedentes por terrorismo y que eran - y aun son - integrantes de Sendero luminoso. ¿Hizo algo para denunciar eso la Fiscalía y la famosa Diviac? Como Guillén es caviar nada le paso. “Para mis amigos, todo y para mis enemigos la ley” es el lema que utilizan para no investigar a sus secuaces. Por ello no queda duda que el objetivo de la Fiscalía de investigar a Nicanor Boluarte era comprometer a su hermana, la mandataria. A ello se suma la fabricada acusación en contra de su abogado Mateo Castañeda para involucrar a la presidenta. Según la versión interesada dada a conocer, Castañeda, a nombre de ella, “le pidió al coronel Harvey Colchado archivar la investigación de su hermano Nicanor, a cambio de mantenerlo en su cargo y protegerlo”. La reunión entre el abogado y Colchado se realizó en un conocido restaurante, en el que participó el exministro del Interior, el general Carlos Morán, quien es cercano a ambos. Se sabe que Colchado grabó subrepticiamente la conversación para luego utilizarla en su objetivo. En efecto, cuando Castañeda fue detenido, le informaron de la existencia de esa grabación. Le pidieron que delatara a la Presidenta Boluarte, a cambio de no ir a prisión, pero el letrado no aceptó. ¿Qué hacía Colchado almorzando con el abogado de la mandataria que él mismo investiga? ¿Por qué no se reunió en su oficina de la Diviac? ¿Actuó de agente encubierto o agente provocador? El sábado, mientras era conducido a una diligencia, Mateo Castañeda hizo esta grave acusación: “(…) Esta es una emboscada del coronel Harvey Colchado, que me ha citado a reuniones a través del general Carlos Morán, que es mi cliente. Por eso asistí sin sospechar que él estaba grabando todo”. El lunes pasado, Morán reconoció que participó en esa reunión, pero dijo “que no sabía” que Colchado estaba actuando de agente encubierto. También narró fantasiosamente que sostuvo una reunión tensa con la presidenta Dina Boluarte, su hermano Nicanor y el abogado Mateo Castañeda, en donde - aseguro el sujeto - “la mandataria le expresó su malestar por el actuar de Colchado y la prensa”, lo cual es absolutamente falso. (Por cierto, la denuncia era tan inconsistente que este viernes ambos fueron puestos en libertad). Como recordareis, la guerra se ha acrecentó por la decisión del Ministerio del Interior en uso de sus facultades de desactivar al Equipo Especial de la Policía, al mando de Colchado, que apoyaba a Eficcop, actuando como el brazo armado de los caviares enquistados en las fiscalía para ejecutar su venganza tras ser expectorados del poder con la caída del delincuente terrorista Pedro Castillo, que hoy se pudre en la cárcel por golpista y por ladrón. Para nadie es un secreto además que dicho grupo policial se había convertido en un equipo político y vocero propagandístico de esa fiscalía. Sus operaciones eran un show mediático, filtraban declaraciones y documentos reservados, audios y filmaciones en tiempo real a la prensa basura, con la finalidad de criminalizar antes de ser procesados, a los investigados y detenidos, para presentarlos de antemano como “culpables”. Se creían intocables. No respetaban jerarquías ni grados. Disponían de un presupuesto astronómico que otras unidades claves no lo tienen. Pero todo ello se acabó y fue desactivado. De nada valen hoy los llantos y amenazas del fiscal de la Nación provisional, ese infeliz de Juan Carlos Villena, quien ha exigido al Gobierno que lo reactive, cosa que no sucederá. Como podéis imaginar, ese escandalete mediático fue aprovechado por los terrucos de Perú Libre en el Congreso para gritar una vez más a voz en cuello “vacancia” “vacancia” tratando de que uno olvide que ellos se unieron al resto para vacar al golpista Castillo, cuando este dispuso la disolución del Congreso, posibilitando la llegada de la señora Boluarte a Palacio. Con sus votos ella ahora es la Presidenta. Pero como tocaron sus bolsillos, se olvidaron de sus “ideales revolucionarios” y echaron al burro chotano. Entonces ¿de qué se quejan? Ya fracasaron miserablemente en un primer intento de vacarla y ahora volvió a suceder lo mismo. A que no tienen los votos por más gritos y alaridos que den y nunca los van a tener. Son minoría y los voceros de otras bancadas ya han adelantado que no se van a sumar a ese juego desestabilizador. Como sabéis, la vacancia se ha convertido en la perenne amenaza fantasma para la estabilidad política y social en el Perú. Y en el caso de Dina Boluarte, esta no sería la primera vez que se propone una vacancia “por incapacidad moral” en lo que va de su gobierno. A través de sus cuentas en “X”, los congresistas Roberto Chiabra (Alianza para el Progreso) y Roberto Sánchez Palomino (Juntos por el Perú) han deslizado “la posibilidad de apoyar e impulsar, respectivamente, una moción de vacancia tras los últimos eventos”. Lo que no dicen estos oportunistas, es que solo hablan a título personal. Se sabe que esos sujetos tienen apetitos electorales y ser candidatos presidenciales, pero lo malo para ellos es que nadie los conoce. Además, la mayoría de los congresistas rechaza esta medida, calificándola como un acto de resentimiento de los que vivían con Pedro Castillo y argumentando que no se puede desestabilizar más el país. Respecto a si conviene la vacancia o no, recordemos que en el mes de marzo, Perú Libre y el parlamentario Roberto Sánchez impulsaron la moción de vacancia “por incapacidad moral”, sin embargo, ese intento no prosperó. No sorprende por ello como diversos congresistas, primordialmente de la izquierda terruca y los parásitos caviares, buscaron a como dé lugar promover este viernes la vacancia presidencial, fracasando miserablemente en su intento. No es casual que el otrora defensor de terroristas (y que hoy inexplicablemente sigue al frente del JNE) Jorge Salas Arenas, pieza esencial del fraude para posibilitar la elección de Pedro Castillo en el 2021, no haya abandonado su cargo, y ante un panorama de elecciones, no habría ninguna certeza de que su plazo no se extendiera. Si bien en el Congreso ya le bajaron el dedo a su secuaz que se encontraba al frente de la ONPE, falta echar al mismo Salas Arenas y a quien comanda la RENIEC, para que las próximas elecciones sean efectivamente limpias y transparentes, evitando que un despreciable asesino de policías y sucio drogadicto como Antauro Humala gane esos comicios, digitado por esa banda delincuencial que se resisten a dejar los citados organismos electorales. Es por ese motivo que buscan con ansias el adelanto electoral, ya que si se da, por ley no podrían ser removidos y eso es lo que buscan. De esta manera se mantendrían en sus cargos y organizarían otro fraude, esta vez a favor de Humala. De esta manera, con las nuevas elecciones adelantadas que pretenden, la caviarada quiere recuperar la JNJ, la DP y el TC, además de evitar perder su control recuperado sobre la Fiscalía. Pero pese a la presión por parte de esos miserables, la Presidenta constitucional Dina Boluarte ha negado toda posibilidad de renunciar a su cargo, reiterando que se quedará hasta el 2026. De otro lado, se rumorea que en los próximos días, ante el fracaso de los tres pedidos de vacancia, el Ministerio Publico acusará constitucionalmente a la mandataria por los presuntos delitos “contra la administración pública, obstrucción a la justicia, encubrimiento personal y organización criminal”, demostrando que quieren tumbarla como sea. Pero para su desilusión, este golpe de esta mafia caviar no va a pasar de ninguna manera, porque es el Congreso - y solo el Congreso - quien puede vacarla y no ellos como ya quisieran. Pero como los congresistas no van a querer perder de ninguna manera sus jugosos sueldos y toda una serie de privilegios que tienen asegurados hasta el 2026, todo quedará en nada. Aun así, la guerra contra esas garrapatas enquistadas en el Poder Judicial está declarada... Vamos a por ellos (Por cierto, llama la atención que el Congreso siga teniendo pendiente debatir el proyecto de ley para inhabilitar políticamente a ex condenados por delitos graves como es el caso de Humala. ¿A que están esperando para debatirlo y aprobarlo?)
Durante la década de 1920, el arqueólogo peruano Julio C. Tello descubrió una serie de tumbas en Paracas, Perú. Su contenido de la tumba dejó perplejos a los especialistas cuando se recuperaron innumerables cráneos alargados en ellas. Desde entonces, se han encontrado cráneos más alargados en la región, lo que genera numerosas preguntas sobre estas misteriosas personas. Durante más de cinco años, expertos como Brien Foerster han intentado resolver el misterio detrás de los cráneos alargados. Aunque se ha avanzado mucho en su comprensión, quedan muchas dudas que resolver. Así, en el 2018 un equipo de científicos de la Universidad de Cornell (Nueva York, Estados Unidos) creyó haber resuelto el misterio que da explicación a los curiosos cráneos alargados de los habitantes de Collagua, una cultura que vivió en el Valle del Colca en el sureste de Perú antes de la llegada de los Incas. Cabe precisar que la deformación craneal es una práctica que se ha podido observar en diversos pueblos y culturas separadas tanto en el espacio como en el tiempo. El registro escrito más antiguo que se conoce sobre esta modificación corporal data del año 400 a.C. y se trata de un texto de Hipócrates que describía una tribu africana, llamados Macrocéfalos o Cabezas Largas por esta característica. Además de los habitantes de Collagua y los Paracas, entre los pueblos que han practicado la deformación craneal encontramos a los Hunos, los Alanos, los Mayas y ciertas tribus de EE.UU., así como en lugares aislados de Tahití, Samoa o Hawái. En la actualidad esta tradición pervive en algunos lugares, como Vanuatu y la República del Congo. En cuanto a los primeros cráneos alargados del Perú descubiertos en 1927, pudieron ser catalogados hasta en cinco formas distintas de cabezas alargadas, cada uno predominante en un yacimiento. Aunque los conspiracionistas opinan que se trata de cráneos de alienígenas, en realidad esta deformación es producto de la acción humana. Los padres aplicaban a los bebés presión sobre la cabeza con tablones, gorros especiales, vendas u otros instrumentos, para conseguir un cráneo alargado. La investigación de la Universidad de Cornell sugiere que en el caso de los Collaguas, la deformación craneal la practicaban las clases altas de la sociedad con el objetivo de proporcionar unos lazos fuertes entre los grupos de élite durante una era de intenso conflicto, que los historiadores datan alrededor del año 1100 d.C. Matthew Velasco, investigador principal, descubrió que los cráneos alargados están vinculados con un alto estatus social, entre otros indicios porque los análisis químicos de los huesos revelan que estos individuos comían una mayor variedad de alimentos. Además, los huesos de cabezas largas muestran menos signos de violencia que las cabezas convencionales. "Las formas de cabeza cada vez más uniformes pueden haber fomentado una identidad colectiva y una unidad política en entre las élites de Collagua", explica Velasco. "Es posible que sus líderes hayan negociado maneras de coexistir con el invasor inca en lugar de luchar contra ellos". No cabe duda que ellos preservaron la técnica utilizada por los Paracas (cultura que floreció entre los años 700 a. C. y 200 d. C.), cuya razón principal fue para mostrar su alto estatus como nobleza, esto era un signo de distinción y también para justificar en muchos casos su origen divino el cual les permitía gobernar. Para realizar las deformaciones craneanas, los Paracas utilizaban 2 métodos: la deformación craneana de cuna y la de llautu. La primera utilizaba un mecanismo que aplastaba la cabeza del bebe mediante unas tablas, el cual se realizaba a los recién nacidos hasta los 6 meses de edad, esto debido a que a esa edad los huesos del cráneo todavía están en formación y pueden ser moldeados; Mientras la segunda se realizaba colocando un gorro y las tablas en la parte delantera y posterior de la cabeza, amarrados de forma firme. Por cierto, las deformaciones craneanas en adultos eran poco comunes porque los huesos de la cabeza ya están formados, dificultando su deformación. Durante el apogeo del imperio Inca se dice que esta práctica estaba reservada a la nobleza, como símbolo de distinción de su estatus, siendo prohibida por los españoles en el siglo XVI por considerarlo bárbaro. De esta manera paso al olvido, hasta ser descubiertos esos cráneos por los arqueólogos, no dejando de llamar la atención desde entonces.