Como es habitual por Fiestas Patrias, se suele hacer un recuento de lo realizado por el gobierno de turno a lo largo del año que paso y los resultados obtenidos por la gestión del conocido lobbysta y Traidor a la Patria Pedro Pablo Kuczynski, quien asumió el cargo en el 2016, no pueden ser sino peores, marcado por los desastres naturales, una desaceleración del crecimiento económico, incremento de la inseguridad, debilidad extrema frente a la mafia criminal aprofujimorista, degradación absoluta de la clase política y una descomposición generalizada a todo nivel que involucra al mismo Kuczynski en el Caso Odebrecht (el mayor escándalo de corrupción en América Latina), lo que trajo como consecuencia una fuerte caída de aprobación ciudadana - con el 60% de rechazo - si lo comparamos con el que mantenía a inicios de su mandato. En suma, se trata de un año perdido irremediablemente y para colmo, aún le quedan otros cuatro para terminar de hundir al Perú en lo más hondo del pozo, siempre y cuando la mafia no decida vacarlo antes de tiempo, ya que ganas y votos en el Congreso no le faltan. Otros de los factores en su contra de los que nadie quiere hablar es su avanzada edad y su precario estado de salud, que lo coloca prácticamente en manos de grupos de poder, conformado entre otros, por oscuros personajes como el primer ministro Fernando Zavala (el ‘Vladimiro’ de Palacio) o la ‘asesora’ Susana de la Puente, quienes desde las sombras, hacen y deshacen a su antojo en el manejo del Estado,‘sugiriéndole’ al oído lo que debe hacer o decir, a pesar de que nadie los ha elegido para ello. El descrédito de Kuczynski de seguro se incrementará aun mas en las próximas semanas, tanto por la designación como ministras de gente de dudosa moral y cuestionada trayectoria como Fiorella Molinelli y Cayetana Aljovin (al frente de los ministerios de Desarrollo y Energía y Minas respectivamente) involucradas en sonados casos de corrupción - lo que vaticina nuevos conflictos con el Congreso - como por su decepcionante Mensaje a la Nación, donde no dijo nada nuevo, echando la culpa de su fracaso a factores externos. Si hacemos por ello un balance del año que paso, este es negativo en todo sentido. La mayoría de los analistas coinciden en afirmar que a Kuczynski le ha faltado liderazgo, capacidad y voluntad para capear una rabiosa oposición que bajo el mando de Keiko Fujimori - hija de un despreciable genocida condenado en un proceso ejemplar a 25 años de prisión por Crímenes de Lesa Humanidad - y a quien derrotó por escaso margen en las elecciones, se haya dedicado a boicotear desde el Congreso la labor del Ejecutivo. “Nuestro error fue subestimar lo que podía pasar. Pensé que se podía hacer más en el primer año” reconoció el propio Kuczynski en una entrevista a La República,un diario oficialista de escasa circulación y nula publicidad que por cierto, sobrevive ‘gracias’ a los generosos ‘aportes’ del gobierno de turno. El primer golpe llegó en octubre, cuando el Congreso destituyó al ministro de Educación, Jaime Saavedra, por presuntas irregularidades en su gestión. Saavedra era, según las encuestas, el más popular de los ministros de Kuczynski y su caída fue considerada la primera gran pulseada ganada por Fujimori. A ello debemos agregar que en medio de la polémica, el Perú se vio afectado desde comienzos de año por las intensas lluvias e inundaciones que golpearon principalmente al norte del país, con un saldo de más de 100 muertos y alrededor de un millón de afectados. El gobierno como es obvio, dada su natural improvisación e innata incompetencia, no supo ni pudo actuar ante tal desastre y lo poco que hizo para tratar de remediarlo, lo hizo mal. Han pasado varios meses y los pueblos que quedaron enterrados bajo lodo y piedras, a pesar de sus continuas promesas de ‘reconstrucción’, están en total abandono y salvo algunas rehabilitaciones de puentes y contadas vías de comunicación, el resto permanece igual. ¿A que están esperando para iniciar los trabajos de recuperación ya mismo? ¿A que las próximas lluvias que se inician a finales de año ocasionen que las crecidas de los ríos terminen por arrasar todo lo que no pudieron en esta oportunidad? ¿Porque siempre esperan el ultimo minuto para actuar? ¿Tanto les cuesta ser previsores? A modo de excusa, Kuczynski dice que el proceso de reconstrucción tomará unos dos años y costará unos 6.000 millones de dólares, pero por el momento ‘no hay dinero para ello’ cuando al mismo tiempo destinan una suma similar para realizar los cuestionados Juegos Panamericanos en el 2019. Para ese evento - donde muchos se harán millonarios gracias a los negociados por su realización - si que hay fondos disponibles. Para un lobbysta, el bolsillo no se toca, y por ese motivo vimos su desesperación cuando tuvo que cancelar el contrato para la construcción de un nuevo aeropuerto internacional de Chinchero en el Cuzco, que iba a estar a cargo del consorcio chileno Kuntur Wasi. Había muchísimo dinero en juego y lo perdió todo. De allí su frustración por no haberlo realizado. La cancelación, producto de la falta de capacidad del consorcio chileno para desarrollar la obra - que no tenia un céntimo para realizarlo, pero exigía que el gobierno se haga cargo del 100% de su financiamiento y que aun así, pretendía asumir el control del aeropuerto durante 40 años para quedarse exclusivamente con las ganancias - le trajo graves problemas al Ejecutivo, en especial por la idea del entonces ministro de Transporte, Martín Vizcarra (además vicepresidente del Perú) de ‘entregar’ 265 millones de dólares a esa organización privada. La oposición acusó al gobierno de pretender favorecer al consorcio por lobby y puso al borde de la censura al infame Vizcarra, quien para evitarla tuvo que renunciar al Ministerio. El caso también le costó el puesto al ministro de Economía, Alfredo Thorne, contra quien votó el Congreso luego de la aparición de un audio en el que se le escucha claramente presionar a la Contraloría para que emitiera un dictamen favorable al consorcio chileno, donde ¡oh casualidad!, trabajaba su hermana. “Este proyecto se politizó”, lamentó luego entre lágrimas Kuczynski, por la perdida del negociado que tenia previsto. El problema, según los expertos, es que a partir de esa situación se paralizaron también otras obras de gran alcance que tenía previstas el gobierno y que ahora se están demoradas, ya que deben ser exhaustivamente investigadas para saber que otros ‘intereses’ existen detrás. Según una encuesta de la firma Ipsos, la popularidad de Kuczynski cayó a un 31 por ciento, 20 puntos menos que cuando asumió el poder. Un 69 por ciento de los peruanos cree que la inseguridad ha empeorado y un 68 por ciento considera que no hay resultados en la lucha contra la corrupción. Irónicamente, ‘la lucha contra la inseguridad y la corrupción’ fueron dos de las grandes banderas de campaña de Kuczynski, quien no ha hecho nada por combatirlos. Asimismo, la proyección del crecimiento económico para este año cayó dos puntos porcentuales - según afirma - ‘por las lluvias del primer trimestre y los casos de corrupción vinculados al Caso Odebrecht’. “La proyección de crecimiento del PBI es de un 2,8 por ciento. Nosotros teníamos una meta bastante mayor (cerca de un 4,8 por ciento), pero lo bueno es que estos dos efectos (las lluvias y la corrupción derivada de Odebrecht) golpean una sola vez”, afirmó el jefe de gabinete ministerial, Fernando Zavala, según citó la agencia de noticias DPA. De esta manera, Kuczynski entra a su segundo año de gobierno con los peores augurios sin la certeza de saber que podrá terminar su mandato, ya que se seguro se acrecentara la presión de la bancada de la mafia en el Congreso para que indulte a como de lugar a Fujimori, ‘a cambio de dejarlo gobernar sin sobresaltos’. Quedan aun cuatro años y va a ser difícil que pueda resistirse a ello, si es que piensa llegar al 2021. Pero sea cual fuere su decisión, este gobierno tiene corta vida, ya que seria iluso pensar que una vez liberado el genocida, van a permitirle que continuara en el cargo, ya que acelerarían los preparativos para vacarlo a la brevedad posible y volver al poder, con Keiko o Kenji lo mismo da. Si el viejo lobbysta cree que luego del 28 de julio lo van a dejar tranquilo, está completamente equivocado. En un país tan voluble como el Perú, las treguas suelen ser efímeras y dan paso a las peores tempestades (Ultimas informaciones dan cuenta que su ‘asesora’ Susana de la Puente acaba de ser nombrada embajadora del Perú en el Reino Unido, cuando no tiene ningún merito para ello. Todo sea por ‘pagar’ los favores recibidos) :(
Victima de una virulenta campaña mediática de demolición por parte del gobierno utilizando el caso como una ‘cortina de humo’ para tratar de acallar graves escándalos de corrupción, ‘Pura Vida Nutri Max’, producto del Grupo Gloria, regresó esta semana a las bodegas, supermercados y mercados locales. Para efectuar este retorno, el Grupo Gloria tuvo que hacer un cambio en la etiqueta de ‘Pura Vida’, dejando de lado a la vaca que antes se mostraba en la parte frontal de la etiqueta. También se ha cambiado la palabra “leche”, como lo solicitó la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa). Ahora la marca detalla su contenido en su etiquetado, en la parte inferior donde se lee “mezcla láctea compuesta con extractos de soya, maltodextrina y grasa vegetal”, por lo que ahora indican que el producto es una combinación de compuestos y no es 100% leche. La información nutricional también tuvo cambios, afirmando que el producto contiene 150 gramos de “mezcla láctea compuesta” y 100 mililitros de agua. Como sabéis, Pura Vida (comercializado como Pura Vida Nutri Max) es la denominación de la marca de bebida de bajo coste del Grupo Gloria (Perú) comercializada desde la década del año 2000. Siendo promocionado como “leche evaporada”, en realidad se trata de un producto lácteo modificado, que alcanzó popularidad como una de las marcas peruanas más consumidas en el 2017. Sin embargo, interesadas quejas de ciertas organizaciones acerca de su denominación - que fueron maximizadas por una campaña orquestada del oficialismo con la prensa basura para desviar la atención pública de las graves denuncias formuladas contra el conocido lobbysta y Traidor a la Patria Pedro Pablo Kuczynski, quien aparece plenamente involucrado en el Caso Odebrecht (el mayor escándalo de corrupción en América Latina) - consiguieron que el producto dejara de comercializarse brevemente. Comercializada desde el 2002 como parte de su masificación de la leche evaporada UHT, era una alternativa a la tradicional leche fresca. Luego de varias adquisiciones a finales de la década de 1990, Gloria construyó fábricas en Lima y Arequipa, convirtiéndose en la mayor empresa de productos lácteos en el Perú. Exportada a Panamá desde el 2014, las autoridades sanitarias de ese país verificaron el 2 de junio de 2017 que Pura Vida contiene una cantidad menor de leche de vaca y " tiene otros elementos en su elaboración, por lo que no se puede promocionar como leche evaporada, cuando en realidad es una bebida saborizante y colorante que simula ser leche" prohibiendo su comercialización. A modo de respuesta, el Grupo Gloria señaló en un reporte que Pura Vida contiene un 60% de leche en polvo y 40% es restante, resaltando la leche de soya. Acorde a la Asociación de Industrias Lácteas, que forma parte Gloria, parte del aporte de la soya proviene de cultivo transgénico. Otros componentes son carragenina, maltodextrina y aceites vegetales hidrogenados. Al conocerse la noticia en el Perú, la Indecopi ordenó prohibir su comercialización y confiscó la sede de Gloria en Huachipa, ocasionándole unas pérdidas que alcanzaron los 15 millones de soles. El gobierno aprovechó la controversia para atacar a través de los medios a ‘Pura Vida’ y otras marcas similares “por su bajo valor nutritivo en comparación a la leche fresca y entera” como si las autoridades sanitarias de este país no supieran lo que en realidad contenían. Lo sabían desde hace años pero no hicieron nada para corregirlo. El producto en si no es malo y su consumo no es peligroso para la salud, como si los son la cerveza y el cigarro (pero de ellos nadie habla). Su única ‘falta’ por así decirlo, ha sido el denominarse ‘leche’ cuando no lo es. Hoy esta de vuelta y debido a su bajo precio mas una adecuada campaña publicitaria, podrá volverse a convertirse en la favorita de los consumidores. Y es que lo peruanos son tan ‘olvidadizos’...
Ubicado en el Cuzco, se encuentra el complejo arqueológico de Espíritu Pampa, el cual ha sido identificado como la antigua Vilcabamba, capital de los llamados incas de Vilcabamba entre los años 1536 y 1572 y fue el escenario del drama final de una civilización que se resistió a desaparecer ante el avance de la conquista española. Fundada en lo más profundo de la selva y considerada la ciudad perdida de los incas, fue quemada por su último soberano para evitar que cayera en manos de sus enemigos. En esta inexpugnable zona subtropical, los últimos descendientes de Manco Inca se resistieron a ser conquistados y formaron un gobierno autónomo que sobrevivió por 35 años. Para los arqueólogos e investigadores, Vilcabamba ha sido siempre un enigma, una especie de eslabón perdido que ha sido buscado con tesón para saber cómo era la vida en los días finales del Imperio. Como sabéis, luego de la muerte de Atahualpa y de la entrada de los españoles en el Cuzco, quienes la reconstruyeron al estilo europeo, un grupo de nobles incas se negó a aceptar su destino y partieron al exilio. Manco Inca, quien antes había colaborado con los españoles, se sublevó contra ellos en 1536 y se vio forzado a huir luego a una región montañosa conocida entonces como Vilcabamba. Las huestes rebeldes ocuparon primero la ciudad de Vitcos y, cuando esta fue atacada y saqueada por los españoles, escaparon hacia las partes altas de la montaña. Ahí levantaron diversos emplazamientos y sentaron las bases de un gobierno independiente que puso en jaque al poder español. Manco Inca logró salir victorioso en varios enfrentamientos, pero su suerte cambiaría alrededor de 1544. Entonces, Gonzalo Pizarro se había levantado contra el rey de España e iniciado una serie de asonadas en el Cuzco. Según cuentan los historiadores, uno de estos grupos de españoles sublevados llegó a ser acogido por Manco Inca en Vilcabamba. A pesar de los buenos tratos recibidos, los hombres terminarían conspirando contra el inca y tramando su asesinato. Titu Cusi Yupanqui era un niño cuando vio morir a su padre, quien fue atacado sorpresivamente con puñales y cuchillos (“Ellos eran siete y mi padre no tenía arma ninguna”, contaría después). En estas circunstancias, su hermano mayor, Sayri Túpac, tomó el poder y, a diferencia de su padre, buscó desde un inicio negociar con los españoles. Luego de conversaciones entre emisarios de ambos bandos se acordó una reunión entre el nuevo inca y el virrey en Lima. En octubre de 1557, Sayri Túpac salió de Vilcabamba con un gran séquito rumbo a la lejana capital del virreinato. Aquí se entrevistó con el virrey Andrés Hurtado de Mendoza y, luego de aceptar ser bautizado, le fue concedido el repartimiento de Yucay, unas tierras que antes habían pertenecido a su abuelo Huayna Cápac. El inca regresó triunfal al Cuzco, aunque este acuerdo no puso fin a las hostilidades. Las cosas se complicaron con su repentina muerte - tal vez envenenado - y las negociaciones volvieron a fojas cero. Su sucesor, el ya joven Titu Cusi Yupanqui, recibió en los siguientes cinco años a diversos emisarios para tratar de reanudar el diálogo. Uno de ellos, Rodríguez de Figueroa, contó que en las afueras de Vitcos pudo ver las cabezas descompuestas de los españoles que habían matado a Manco Inca. Finalmente, Titu Cusi Yupanqui aceptó también ser bautizado y llegó a autorizar la llegada de dos agustinos a Vilcabamba - los frailes Marcos García y Diego Ortiz- para levantar las primeras iglesias y catequizar a los nativos. Sin embargo, el choque de creencias echó más leña al fuego. El punto de quiebre se dio cuando García, Ortiz y algunos indígenas conversos incendiaron el adoratorio de Yurak Rumi. Y aunque el joven inca llegó a tiempo para restablecer el orden y salvar a los religiosos de ser asesinados, ya nada volvió a ser igual. Cuando visitaba la ciudad de Vitcos, Titu Cusi Yupanqui enfermó repentinamente y murió sin poder ser auxiliado por sus aliados españoles. Sus exaltados seguidores no solo dieron muerte al fraile Ortiz, sino también a un emisario enviado por el virrey Toledo para negociar la paz. Ahí se terminó todo acercamiento. A inicios de 1572 la corona organizó una gigantesca expedición militar - apoyada por las etnias de los Cañaris y Chachapoyas - para terminar con el último bastión de los incas. Antes de ser capturado y ejecutado en el Cuzco, el 24 de septiembre del mismo año, Túpac Amaru I, el último hijo de Manco Inca, ordenó quemar Vilcabamba. Así esta ciudad perdida entre las cumbres pasó a ser solo una leyenda. Cuando Hiram Bingham llegó al Cuzco en julio de 1911, buscaba la ciudad perdida de los incas. Según consigna en sus cuadernos de viaje, recorrió Vilcabamba, llamada ya Espíritu Pampa, y excavó cerca del adoratorio de Yurak Rumi, pero no le prestó atención. En su camino, se había topado con una ciudad majestuosa, escondida entre la maleza, que los lugareños llamaban Machu Picchu. Sin embargo, se tuvo que esperar recién hasta la década de 1970 para iniciar los estudios arqueológicos en esta región, sobre todo a partir de las expediciones del viajero Gene Savoy y del historiador John Hemming, quien demostró con archivos y documentos que efectivamente Espíritu Pampa era la antigua Vilcabamba. Tras las excavaciones en la zona en el 2008, 2009 y 2010, se consignaron diversos hallazgos en Vitcos, Yurak Rumi y en espacios denominados La Kallanca, el sector sureste y el núcleo monumental : 15 hectáreas de edificios, plataformas, canales y terrazas que apenas son unos puntos oscuros entre la maleza. En estos lugares, se destaca el patrón de construcción inca, pero llama la atención del hallazgo de tejas de origen español, lo que evidencia la fusión cultural hasta en un espacio de resistencia como Vilcabamba. Además, entre los cientos de fragmentos de cerámica recuperados, destaca la cantidad de cántaros destinados a la ‘producción masiva’ de chicha. Al parecer, los días duros de la guerra no fueron obstáculo para que los últimos incas libaran por sus antiguos dioses en busca de ese triunfo que por cierto, nunca llegó :(
