Venga, ya, es imposible quedar callado en esta oportunidad acerca del asqueroso contubernio que ha quedado en evidencia esta semana en el congreso del país andino, entre Fuerza Popular (liderado por Keiko Fujimori) y Perú Libre (acaudillado por Vladimir Cerrón) ambos acusados de graves casos de corrupción, y que de enemigos irreconciliables, hoy van de la mano para elegir a sujetos impresentables como el que colocaron en la Defensoría del Pueblo, un personaje sin ética ni moral, investigado penalmente y que jamás debió ser admitido para el proceso de elección. Es el llamado “Fujicerronismo” como ciertos sectores habían comenzado a denominar a ese pacto contranatura, que va en contra los intereses del Perú. Y esto es solo el comienzo, porque es indudable que a partir de ahora ambos grupos (mas otras organizaciones corruptas como Acción Popular y Alianza Para el Progreso) van a juntar sus votos descaradamente y sin vergüenza alguna para elegir a sus candidatos en otros organismos del Estado, como en la Junta Nacional de Justicia y el Tribunal Constitucional, para que cubra las espaldas a sus líderes y los ‘blinden’ para evitar terminar en la cárcel purgando sus delitos (Entre ellos también podemos considerar obviamente a los llamados “niños” de AP y al cacique Acuña de APP). Se dice además que Cerrón le ha ofrecido al fujimorismo apoyar con los votos de su bancada para acceder a la presidencia del Congreso en julio y repitiendo ese mismo esquema, posibilitar la vacancia de la presidenta Dina Boluarte. Muchos recuerdan que Perú Libre apoyo la destitución de Castillo y ahora esperan que Keiko “les devuelva el favor”… Simplemente repugnante. Ese es el fondo del asunto, por más que sus voceros hayan salido presurosos a desmentirlo. Como sabéis, desde que el delincuente terrorista Pedro Castillo accediera mediante el fraude al ballotage en junio del 2021, decidí aplicar “un silencio estratégico” respecto al fujimorismo evitando criticarlos en todo momento y enfocarme únicamente en el burro chotano, pero ello en contra de mi voluntad ha acabado, ya que no se puede pactar con los seguidores del despreciable genocida Abimael Guzmán (quien hasta su muerte en prisión fuera cabecilla de Sendero Luminoso y del cual Perú Libre es otro organismo de fachada mas) ni ahora ni nunca. Es más, el fujimorismo es el principal responsable de la desestabilización política que vive el Perú al vacar por venganza a Kuczynski en el 2017, permitiendo que ese maldito lagarto de Vizcarra primero, luego Sagasti y finalmente Castillo, destrozaran al Perú. Si creen que Keiko va a llegar al poder en las próximas elecciones, ahora con mayor razón, ello jamás sucederá, facilitando por el contrario que otro antisistema acceda al poder. ¿Cómo pueden llegar a ser tan miserables y desearles lo peor para su país? Incluso no ha dudado en apuñalar por la espalda a su padre, que se vanagloriaba de ser el vencedor del terrorismo, para que ahora su hija pacte con ellos. Sin duda, la ambición la ha cegado y ello será su perdición. En cuanto al nuevo titular de la Defensoría del Pueblo Josué Gutiérrez, este no exhibe los pergaminos mínimos para ocupar un cargo tan importante y sí, por el contrario, serios cuestionamientos. Llama así la atención que haya sido elegido con el mínimo de votos que requería (88 de los 87 necesarios) gracias a una escandalosa confluencia de endoses provenientes de Perú Libre y Fuerza Popular. No solo porque estas dos bancadas hayan conseguido ponerse de acuerdo de un momento a otro en su candidatura (de hecho, en los últimos años ambas han coincidido sospechosamente en varias votaciones, sino porque Gutiérrez, ha sido en el pasado no tan reciente un efusivo crítico del fujimorismo que incluso respaldó al entonces presidente Ollanta Humala cuando este se refirió al partido naranja como uno nacido de la “cloaca” o que en el 2016 le espetó a Keiko Fujimori: “¿cuál fue su rol cuando fue primera dama al lado de Vladimiro Montesinos?”. Dejando de lado la votación del fujimorismo -repudiable desde todo punto de vista -Gutiérrez no tiene mérito alguno para presidir la Defensoría del Pueblo. Su formación académica es, de hecho, bastante discreta, no registra publicaciones y no tiene ninguna experiencia en temas de derechos humanos, justamente lo que más se requiere para ocupar un cargo de esa naturaleza. Su paso por el Congreso durante el período 2011-2016 tampoco adecentaba a su candidatura; por el contrario, le restaba puntos. De aquella etapa de su carrera uno recuerda, por nombrar solo algunos hechos, su sonado viaje a Rusia con el cuestionado Alexis Humala, hermano del entonces mandatario, su extravagante devoción a la ex primera dama Nadine Heredia y sus peculiares proyectos de ley para, por ejemplo, crear un colegio de detectives en el Perú. Fuera del hemiciclo, su trayectoria como abogado no ha tenido mayores luces, aunque sí algunas perlas. Primero, como asesor de la Comisión de Justicia del Congreso en la sesión en la que esta aprobó el dictamen de la ley mordaza, que busca elevar las penas por difamación y calumnia en la legislación peruana. Y segundo, como defensor legal de Cerrón, secretario de Perú Libre (en el que Gutiérrez militó hasta marzo pasado), y cuya intervención durante los allanamientos dirigidos por el Ministerio Público a inmuebles vinculados al sentenciado ex gobernador regional de Junín y al partido del lápiz en agosto del 2021 es bastante recordada. En aquella ocasión, Gutiérrez aseguró que el país estaba atravesando una “criminalización de la política”. “Volvemos a la canibalización política, al sicariato político, a instrumentalizar el Ministerio Público y al Poder Judicial para fines estrictamente políticos”, afirmó. Es importante no perder de vista estos negros antecedentes porque, además, Gutiérrez encabezará, en su condición de Defensor del Pueblo, la comisión encargada de nombrar a los nuevos integrantes de la Junta Nacional de Justicia, el órgano responsable del nombramiento, ratificación o destitución de jueces y fiscales en todo el país. Un encargo que a varios políticos en líos con la justicia, como Cerrón o Fujimori, les gustaría que recayera en manos amigas o que estuvieran en deuda con ellos. Finalmente, cabe recordar que la Defensoría del Pueblo ha venido cumpliendo un infame papel en los últimos tiempos, cuando en manos de los caviares apoyo por ejemplo, la asonada terrorista contra el gobierno constitucional de Dina Boluarte y el reciente informe de la CIDH, sesgado y sin ningún valor. Pero como si en el Congreso no hubieran aprendido la lección, eligen al peor candidato posible que va a seguir en esa misma línea, permitiendo además que Cerrón adquiera influencia en la administración de justicia, como era su ya conocida obsesión. Es por ese motivo que la elección de Gutiérrez - a quien manejara a su antojo - permitirá que sus sueños de poder se hagan realidad. Y este es, como señalamos anteriormente, solo el primer paso… No cabe duda alguna que el fujimorismo ha cometido un suicidio político al traicionar a sus electores aliándose con el mismísimo diablo, ya que a partir de ahora será señalado con toda razón como aliado natural de Sendero Luminoso. ¿Y el Congreso? Cuesta abajo y por propia iniciativa, Si antes era indefendible, ahora con mayor razón.
Ubicadas a 34 km de Puno, en la península que se introduce en las brillantes y azules aguas de la laguna de Umayo a 4,000 msnm - que se comunica a través del río Illpa con el lago Titicaca - encontramos el complejo arqueológico de Sillustani, donde se localizan unas torres funerarias pertenecientes al Reino Colla (considerados descendientes de los Tiahuanaco) que los indios aymarás denominan “chullpas” hechas de piedras pulidas, tanto de forma circular como rectangular. El material era traído de canteras cercanas y existen alrededor de 90 de esas construcciones con forma de cono invertido. Según cuenta la historia, antes de que los cadáveres de los dignatarios collas sean ubicados en las tumbas, estos eran momificados en posición fetal. Junto a sus cuerpos se ubicaban sus pertenencias, entre las que se incluían objetos de oro y plata, alimentos o utensilios de cerámica. Esas torres están ubicadas en la cima de una gran colina, desde que se domina el paisaje al lado del gélido lago. Entre las más famosas, encontramos la del Lagarto, llamada así por los grandes bloques de piedra que tiene en la base. Esta es la más representativa de la cultura, ya que es la más notoria, elevándose a 12 metros de altura con piedras que encajan perfectamente, además, fue construida durante la época Inca, que conquistaron la región y la incorporaron a su imperio en 1450. Al parecer, en Sillustani, se enterraron inicialmente nobles, gobernantes y sacerdotes collas. La parte superior de las chullpas más modernas, las que pertenecieron a la época incaica, están adornadas por grandes cornisas. Además, algunas de las piedras presentan figuras en bajo relieve que representan principalmente lagartos y culebras. La mayoría de las construcciones sagradas llegan a medir aproximadamente 12 metros de altura y poseen una entrada siempre dirigida hacia el este que servía para que el difunto se comunique directamente con el Dios Sol. Esta entrada por cierto es bastante pequeña. Lamentablemente, a partir del siglo XVI, muchas de esas tumbas fueron destruidas tanto por los expedicionarios españoles como por saqueadores de tumbas en busca de oro, aunque también se ha llegado a saber que durante las grandes tormentas que son frecuentes en la región, los rayos dieron cuenta de varias de ellas. Sin embargo, cabe precisar que construcciones similares se encuentran dispersas en varias otras localidades de Puno y han podido conservarse ya que se encuentran en lugares de difícil acceso, y en algunos casos, incluso han llegado a formar parte de las iglesias, adaptándolas al culto cristiano. Un conveniente sincretismo ¿No os parece?