Kenyo Fujimori – quien gobernó con mano de hierro el Perú entre 1990 y el 2000, aplastando a sangre y fuego a las hordas asesinas de Sendero Luminoso, el cual posteriormente tuvo que huir del país tras el escándalo de los vladivideos que dejo al descubierto la corrupción imperante en su régimen, siendo extraditado de Chile y condenado a 25 años de prisión por Crímenes de Lesa Humanidad en el 2009 cumpliendo su sentencia desde entonces en la DIROES - ha reaparecido esta semana, exigiendo que se le aplique “el indulto humanitario” otorgado en el 2017 por el conocido lobbysta y traidor a la Patria Pedro Pablo Kucsynski, que fue posteriormente anulado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), por lo que tuvo que volver a prisión. Como recordareis, de los casos por los que Fujimori fue condenado son Barrios Altos y La Cantuta, que cuentan con sentencias de fondo por parte de la impresentable CIDH. En el 2017, sin embargo, fue beneficiado con un indulto por “razones humanitarias” otorgado por Kuczynski, aparentemente “por padecer enfermedades no terminales graves, en etapa avanzada, progresiva, degenerativa e incurable” aunque lo cierto fue un acuerdo bajo la mesa con el hijo de Fujimori, Kenji , para que a cambio de que se le otorgue ese beneficio a su padre, su bancada en el Congreso votaría en contra del pedido de vacancia pedido contra PPK al descubrirse sus sucios negociados con la constructora brasileña Odebrecht que fueron sumamente dañinos para los intereses del país andino. Si bien en esa ocasión Kuczynski se salió con la suya e indulto a Fujimori, el escándalo suscitado por la burda maniobra y al quedar al descubierto el pacto infame para librarse de la vacancia, se vio obligado esta vez a renunciar para no ser destituido ignominiosamente, mientras que Fujimori regreso a la cárcel. Desde entonces, pese a las decisiones judiciales emitidas por la CIDH y la Corte Suprema del Perú que en el 2018 dejaron sin efecto dicho indulto, la defensa de Fujimori ha interpuesto varios procesos constitucionales de hábeas corpus, que buscaban dejarlas sin efecto, reactivar el indulto presidencial y, en consecuencia, que salga de prisión. Fue recién en marzo del 2022 que el Tribunal Constitucional (TC) falló a favor de Fujimori en uno de esos hábeas corpus. Pero ante el llamado de las víctimas y la comunidad internacional, la CIDH resolvió que “el Estado peruano debe abstenerse de implementar la sentencia dictada por el Tribunal Constitucional, ya que no toma en cuenta los estándares interamericanos desarrollados por la propia Corte en relación a este mismo caso” por lo que no se ha cumplido el fallo a su favor. Entretanto, el fujimorismo no ha cesado en hacer una intensa campaña en los medios de comunicación afines para lograr su propósito de ver a Fujimori libre, mientras los intentos de su defensa continúan sin cesar. Así, esta semana durante una audiencia de la Tercera Sala Constitucional de la Corte de Lima realizada esta semana, el propio Fujimori pidió que se ejecute la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) que le concedió indulto humanitario en el 2017. Fujimori sostuvo que la anulación del dictamen del TC fue “injusta” y señaló que su estado de salud se encuentra bastante deteriorado en la actualidad. “Considero que la anulación del indulto humanitario fue totalmente injusta y sin fundamento alguno, yo me encuentro con una salud deteriorada. Tengo 85 años, desde la anulación del indulto en el año 2017, he tenido una intensificación de la gravedad de mi salud”, expresó en la sesión del Poder Judicial, que evalúa el nuevo recurso de habeas corpus presentado por su defensa. Aseguró asimismo que es inocente frente a los crímenes registrados en los casos de la Cantuta y Barrios Altos; puesto que su gobierno se caracterizó por respetar los Derechos Humanos, a diferencia de sus antecesores de los años 80. “Yo me considero inocente, porque he sido condenado por un supuesto delito agravado cuando claramente no fue así. Y por crímenes de la Cantuta y Barrios Altos por una autoría inmediata que no coincide con la realidad de la época, porque la estrategia que aplicó mi gobierno, a diferencia de los años 80, fue de total respeto a los DD.HH.”, agregó. “En mi gobierno hubo una ley de arrepentimiento (…) Como resultado hubo 1,400 terroristas arrepentidos e informaciones sobre los mandos de diversos niveles que llevó a la detención de 2,479 supuestos terroristas en ocho meses. Entonces, ¿por qué razón nueve estudiantes y un profesor no fueron incluidos? Es que hubo un grupo clandestino que actuó por su cuenta (asesinándolos), a pesar de que tuvieron solo orden de detención". "Por eso, la anulación de mi indulto humanitario fue totalmente injusta y sin fundamento alguno. El indulto fue debidamente sustentado y las enfermedades se han ido intensificando, por lo que solicito mi excarcelación inmediata”, sostuvo. Venga ya, todos saben la opinión que tenia acerca de Fujimori - por lo que basta recurrir al archivo para comprobarlo - pero mi posición ha cambiado desde entonces y ahora lo veo de otra manera. Además, hay que reconocer que con 85 años de edad, 17 años de su vida privado de su libertad y una salud evidentemente resquebrajada, sería aconsejable que le concedieran el indulto y que pase sus últimos años al lado de su familia. Ya pago con creces por lo que hizo. No hay que ser mezquinos ni ingratos con quien con sus errores, trajo la paz al Perú. Si sinvergüenzas de la talla del propio Kuczynski, Susana Villarán o Aníbal Torres están libres “por su avanzada edad” ¿porque se siguen ensañando con un anciano? ( Por cierto, todo lo que hace rabiar a los caviares, me parece bien)
Mientras en el resto del mundo la televisión analógica es cosa del pasado e incluso se dice que la TDT tiene los días contados, porque las cadenas televisivas están optando por el streaming (tal como lo dimos a conocer en el Explorador hace unos meses atrás) en el Perú para vergüenza de quienes gobierna a pesar de los años transcurridos de su anuncio, ni siquiera ha podido implementarse en su totalidad y cada año que pasa van posponiéndolo “para más adelante” lo que en realidad significa nunca. Aunque ha avanzado poco y mal, el proceso de apagón analógico en Perú no ha logrado completarse - vaya novedad - y se ha ido postergando repetidamente debido “a la falta de acondicionamiento técnico de las emisoras de televisión y preparación social para adaptarse a los cambios” según la versión oficial, aunque la verdad sea muy distinta a la anunciada. En efecto, mediante la resolución ministerial 934, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) anunció este martes que pretende realizar por enésima vez nuevas modificaciones al cronograma de migración a la televisión digital terrestre (TDT). En específico, la institución propone “prorrogar el plazo máximo para el inicio de las transmisiones con señales digitales en las localidades de los territorios 4 y 5 del país”. Esto significaría que la migración en un total de 492 localidades se llevaría a cabo “a partir del 2025”. A finales del 2022, el gobierno había establecido que los territorios 4 y 5 arrancarían las transmisiones con tecnología digitales a partir del cuarto trimestre del 2023 y el cuarto periodo del 2024, respectivamente. No obstante, el MTC planea modificar estos plazos una vez más debido a que en la actualidad casi ninguna estación de televisión en dichos territorios transmite en señal digital, lo cual refleja “que aún no están listos para avanzar rápidamente hacia el apagón analógico”, aunque lo cierto es que las empresas televisivas se niegan a invertir para adaptarse a la nueva tecnología. “Con esta propuesta se busca que el plazo para el inicio de las transmisiones en TDT en ambos territorios considere la realidad de cada uno, entre otros aspectos. Esto permitirá a los radiodifusores mayor oportunidad para poder migrar hacia la señal digital”, explicó a modo de excusa la Dirección General de Autorizaciones en Telecomunicaciones del Ministerio. En total, la migración a la TDT se aplazaría en 492 localidades, de las cuales 10 son parte del territorio 4 del país: Abancay, Cajamarca, Chachapoyas, Huancavelica, Huánuco, Puerto Maldonado, Moquegua, Cerro de Pasco, Moyobamba y Tumbes. Las otras 482 localidades conforman el territorio 5. Como sabéis, la transición a la televisión digital en Perú se ha llevado a cabo de forma gradual desde el 2010, cuando se realizaron las primeras pruebas en Lima y se publicó el primer Plan Maestro para la implementación de la TDT. A partir de entonces, los plazos definidos para concretar el apagón de las señales analógicas y dar paso sólo a las transmisiones digitales se han modificado varias veces. En la actualización más reciente hecha en el 2022, el Ministerio fijó que en el 2024 se completaría el proceso. Sin embargo, “con los nuevos cambios” - según afirman - en las 492 localidades del país “es probable que la migración a la televisión digital se extienda hasta el 2025”, aunque todavía no hay una fecha establecida para el final del apagón analógico. Eso quiere decir, que doblegándose una vez más a las presiones de las empresas televisivas, el gobierno acordó extender el plazo de vigencia de la anacrónica y obsoleta televisión analógica ad infinitum, porque esta trillada historia de seguro se va a repetir más adelante... Menuda cuadrilla de incapaces.