Venga ya, en este país bananero sucede cada cosa. Como sabéis, en abril de este año se realizaran las elecciones generales y existe un candidato - que se autoproclama como el “outsider” de la política peruana - cuando en realidad es el recambio de los sectores empresariales, los cuales han inflado su presencia estas semanas mediante una intensa campaña mediática en la prensa basura tratando de levantar su imagen. No deja de extrañar por cierto que se le conceda en esos medios tanto espacio a un don nadie de la política que tiene el 0% de aceptación ciudadana. ¿A que se debe esa intención? se preguntaran muchos. Sucede que aquellos sectores dominantes que siempre han gobernado el Perú - con una excepción, durante el régimen de Velasco - no quieren inesperadas “sorpresas” en las próximas elecciones que posibilite el surgimiento de algún candidato que no puedan controlar (¿Urresti? ¿Acuña? ¿Mendoza?). Ya tuvieron más que suficiente con el triunfo del nacionalista Ollanta Humala en el 2011, cuando se llevó de encuentro a todos sus candidatos a pesar de la vomitiva guerra sucia desatada en su contra , ocasionándoles un buen susto creyendo que iba a instaurar una gobierno revolucionario como el venezolano. Si bien finalmente ello no ocurrió - por diversos motivos que algún día se sabrán y no soy el indicado para aclararlo ahora - tratan de evitar que esa “amarga” experiencia para ellos vuelva a repetirse. Con el descrédito total de los políticos tradicionales (García, Fujimori, Toledo, Kuczynski) que incluso han empezado a caer en las preferencias según las últimas encuestas, han decidido “crear” un candidato “distinto” a ellos en apariencia, pero que en el fondo es mas de lo mismo. Según pude averiguar de fuentes de primera mano, quieren imitar lo sucedido en España, donde los sectores conservadores, temerosos ante el avance de PODEMOS - un movimiento de izquierda antimonárquico y republicano liderado por Pablo Iglesias, quien no oculta su simpatía y admiración por el chavismo venezolano - decidieron reeditar la formula desde la derecha, potenciando a nivel nacional a un grupúsculo fascista catalán llamado Ciutadans, encabezado por un cachorro franquista como Albert Rivera, presentándolo como la “nueva alternativa” al desgastado Partido Popular, envuelto en sonados escándalos de corrupción. Para su desilusión, en las últimas elecciones realizadas en la Península, donde aspiraba ilusamente a convertirse en el “arbitro” de la política española, Rivera termino en un lejano cuarto lugar y con su movimiento en franca caída libre, demostrando con ello su fracaso más absoluto. A pesar de ello, en el Perú la CONFIEP quiere imitar esa opción “de cambio” (?) creando un fantoche acorde a sus intereses que de boca para afuera no tenga relación con el pasado. Su nombre: Julio Guzmán - candidato de un remedo de partido creado para la ocasión – el cual no tiene antivoto pero tampoco intención de voto: no llega al 0% en ninguna de las encuestas. Su maquillada hoja de vida (penúltimo de 12 hermanos “de una familia venida a menos”) que va desde la PUCP hasta Oxford y a un doctorado en políticas públicas en la Universidad de Maryland. Pero el haber sido además funcionario internacional del BID, viceministro de Industria y secretario general de la PCM, no sería suficiente como para seducir a una legión de los indecisos, quienes están en busca de un candidato distinto a los ya conocidos, que no tienen nada nuevo que ofrecer y que sólo pretenden volver a Palacio para seguir robando las Arcas Públicas, tal como lo hicieron cuando fueron gobierno. Sin embargo, este enigmático candidato , al igual que los tradicionales a los cuales dice no parecerse, tampoco quiere dar explicaciones de quien o quienes lo financian, mas aun cuando recientemente declaró que se encuentra sin trabajo “para dedicarse de lleno a la campaña”, afirmando que con lo que gana su mujer es suficiente - demostrando con ello que es otro mantenido como el marido de Keiko - y que tiene además un sancochado en la cabeza, porque cuando le preguntan si se considera de izquierda o derecha, contesta ingenuamente que “todos estaremos bien cuando todos estemos bien” (?) reafirmando con ello la percepción que se tiene de el, que esta muy “crudo” para estas lides y que mejor se prepare a fondo para una próxima oportunidad, si es que la tiene. Habla por hablar y no se le entiende porque se enreda en sus propias palabras. De nada vale que el engreído de la CONFIEP tenga aceptación en las redes sociales - como afirma tan campante - si no tiene presencia también en el offline, donde es un completo desconocido. No cabe duda que se trata de una moda pasajera que difícilmente alzara vuelo y si lo hace, si que sería una gran sorpresa ¿No lo creen ustedes?. Ultimas informaciones no sólo confirman nuestra posición, sino que además dan cuenta de que posee nacionalidad israelí y tiene un inusitado interés en convencer al electorado que si él fuera presidente del país, “ello sería para los mejores intereses de Israel” según denuncio César Hildebrandt: “Su estrategia es la siguiente: convertir al Perú en plataforma de la propaganda de Israel a nivel continental y firmar un TLC con ese país que pueda ser imitado por los países vecinos” según sus propias palabras en una entrevista que el político dio en 2015 al canal Jewish Broadcasting Service. Hildebrandt criticó además que Julio Guzmán haya hablado en primera persona sobre los intereses de Israel. Esto dijo el candidato: “Tenemos la ventaja de tener valores que están en la mente de los peruanos”. Dice “tenemos” como si en ese momento se sintiera más israelí que peruano. Y para que no quepa la menor duda, agrega: “Para los peruanos Israel es una buena cosa y no TENEMOS nada en contra”. Vuelve a decir “tenemos” indicando dónde están sus raíces y su pertenencia emocional”indicó el periodista. Quizás lo hizo sólo para complacer a su entrevistador o se trata de un oculto deseo que difícilmente podrá cumplir. Vaya uno a saber. La entrevista completa (en inglés y sin subtítulos), a continuación:
Las Fiestas de Navidad y Año Nuevo son unas de las fechas más esperadas por toda la familia y amigos. Una ocasión importante para que la galardonada mundialmente, Bodegas y Viñedos Tabernero, ponga a disposición de sus seguidores su Espumante Especial, para disfrutarlo, celebrar y compartir con los seres más queridos en esta época del año. Esta distinguida bebida, fue creada precisamente con la finalidad de ofrecer para el deleite de los paladares más exigentes, una cosecha de gran calidad y a un precio totalmente accesible. Además de ser uno de los espumantes con mayor aceptación del público, el Espumante Especial, es una burbujeante bebida de finas uvas Chenin Blanc, Muscat de Alejandría y Sauvignon Blanc; dando como resultado un excelente aperitivo con un atractivo sabor a frutas tropicales. Un producto bien logrado y fresco, que logrará satisfacer el paladar de los consumidores y con la calidad que sólo brinda Tabernero, la cual como sabéis, tiene una larga y productiva historia que se remonta al año de 1897, cuando la familia Taboada instaló en el cálido valle de Chincha los primeros viñedos que marcarían el rumbo de la empresa. Alrededor de los años treinta, la bodega es adquirida por la familia Rotondo, que aplica a la elaboración de vinos una técnica heredada de su ascendencia italiana y convierte el nombre de Tabernero en un importante referente vitivinícola del Perú. En 1968, el gobierno militar de ese entonces expropió las tierras de la empresa, desbaratando todo el esfuerzo y experiencia obtenida a lo largo de más de 70 años de trayectoria. En 1979 con el final de ese régimen, empieza un largo proceso de reconstrucción que comienza con la adquisición de tierras para sus viñedos, ampliación de infraestructura y tecnología acorde a las nuevas exigencias del mercado. En el 2015, Bodegas y Viñedos Tabernero cuenta con más de 300 hectáreas cultivadas; además, cuenta con una Bodega con más de 20.000 m2, que trabaja con tecnología de punta garantizando la calidad de sus procesos y productos. Su riguroso proceso de producción comienza cuando las uvas son transformadas por máquinas prensadoras en concentrados jugos que se derivan a tanques de acero inoxidable, y posteriormente, se guardan en barricas de roble para su respectiva fermentación. De esta variada como exigente producción, destacan los vinos secos, semisecos y generosos en la línea de los mostos, de los cuales resalta el Tabernero Gran Tinto Fina Reserva, un tinto delicado y elegante elaborado con las cepas malbec y merlot, un coupage tradicional de los chateaux de Burdeos que se instala en tierras peruanas. Este vino posee una estructura vigorosa con estilo propio, que en vista resalta por su color rojo intenso y brillante. En nariz se percibe un perfume seco, suave y equilibrado, de agradable aroma afrutado que se desarrolla progresivamente al servirse. En el paladar se revela un vino robusto, franco y de muy buena conservación, que lo convierte en una buena compañía para las carnes rojas, las pastas y los quesos. A pesar de la creciente competencia de marcas locales (Tacama, Santiago Queirolo y Ocucaje, entre otras) y de productos similares importados (Concha y Toro, Santa Rita, Marqués de Riscal, Casillero del Diablo etc.), Tabernero se ha convertido en una empresa líder del mercado peruano. Asimismo, ha venido incrementando progresivamente sus exportaciones a Estados Unidos, Canadá, Japón, Suiza y Suecia principalmente, Y es que la experiencia adquirida en sus 118 años cuenta para ello :)
¿Quién no tiene una superstición o una cábala para ahuyentar la mala suerte y atraer la buena? Especialmente en la noche de despedida del año, y con la llegada del Año Nuevo, las expresiones de deseo y las esperanzas por un año mejor se renuevan. Una de las costumbres más extendidas es brindar a la medianoche con las 12 campanadas con cava – catalán por supuesto – o champagne, ingerir las doce uvas o usar ropa interior de determinado color, según las creencias más extendidas que varían de acuerdo al país en que uno vive. Por ejemplo, en España la tradición más extendida es la de las doce uvas, que consiste en comerse una uva cada campanada que da el reloj de la Puerta del Sol de Madrid a las 12 de la noche el día 31 de diciembre, antes, claro, acompañada con una buena cena en reunión de toda la familia. Se dice que quien no coma las 12 uvas antes de que terminen las campanadas tendrá un año de mala suerte. Pero uno se pregunta. ¿Donde se origino dicha costumbre? La tradición de tomar las doce uvas se remonta tan sólo a principios del pasado siglo. La implantación de esta costumbre, que por cierto, es originaria de España, no se debe a motivos religiosos o culturales, sino más bien a meros intereses económicos. En la Nochevieja de 1909, los cosecheros, en un esfuerzo desesperado de imaginación, consiguieron desembarazarse del excedente que no pudieron vender, inventando el rito de tomar las uvas de la suerte en la última noche del año, para lo cual decidieron repartirlo gratis entre la población asegurando que su consumo al compás del reloj traería fortuna. Sin embargo, la prensa comentaba ya en enero de 1897 que “es costumbre madrileña comer doce uvas al dar las doce horas en el reloj que separa el año saliente del entrante”.Sea como fuere, hoy día no se entiende la tradición sin la televisión, que cada año retransmite desde la Puerta del Sol (en ocasiones desde otros lugares emblemáticos) las campanadas de Año Nuevo. Una costumbre que con el correr del tiempo ha traspasado fronteras y ahora es común en muchos países. Feliz Año Nuevo para todos :)