Presentado en el Salón de Ginebra es la gran apuesta de la marca sueca, consciente de la necesidad de luchar con garantías en el mercado de los compactos. El nuevo V40 2016 estrena un diseño muy agresivo en el frontal y más conservador ha sido sometido a un discreto restyling que afecta principalmente al la parte delantera, donde destaca la inclusión de la nueva parrilla de la familia y, sobre todo, los nuevos faros denominados ‘martillo de Thor’. Como ya nos tiene acostumbrados, Volvo pone mucho énfasis en la seguridad y este Volvo V40 cuenta con un airbag para peatones de serie. Activa un airbag en el parabrisas y eleva el capó para reducir los daños a peatones. Dentro, el conductor dispone de muchas ayudas a la conducción, entre las que destacan el nuevo aviso de salida marcha atrás al salir de un estacionamiento en batería (avisa si llega un coche a 30 metros de distancia) o la alerta de cambio de carril, que corrige le volante y actúa hasta 200 km/h. Por dentro el cuadro de modos recuerda a las formas de los últimos modelos suecos: lógica, orden y sencillez. Destaca la consola central flotante y un volante un poco grande. Homologado para cinco personas, cuatro adultos viajan mejor y la cota de altura trasera es muy buena. El nuevo Volvo V40 2016 está disponible con siete motores todos ellos 2.0 de cuatro cilindros: cuatro gasolina (T2 de 122 CV manual y automático; T3 de 152 CV manual y automático; T4 de 190 CV manual y automático; y T5 de 245 CV automático) y tres diésel (D2 de 120 CV manual y automático; D3 de 150 CV manual y automático; y D4 de 190 CV manual y automático). El D3 de 150 CV con caja automática es un motor muy equilibrado y agradable, que destaca por su suavidad y buena respuesta - a lo que contribuyen las levas detrás del volante - y unos consumos muy contenidos (5,9 l/100 km) a ritmo alegre y con el aire acondicionado activado. El Volvo V40 tiene un aspecto campero, con detalles de tipo duro en la carrocería y una altura libre al suelo mayor que sus hermanos más urbanos, mientras que en el interior no hay cambios que lo distingan de los demás. A pesar de este disfraz de todoterreno, hay que olvidarse de la tracción integral. Dinámicamente no se puede pensar que un Volvo V40, aunque vaya sobreelevado, es malo o siquiera regular. Lo primero es que engaña debido a un perfecto aislamiento. En zonas de curvas traza sin problemas y se va más rápido de lo que se piensa. De esto tienen la culpa una dirección muy suave (que llama la atención por su precisión) y unas suspensiones que, aunque no elimina los cabeceos y los balanceos del todo, sí mantiene el tipo. Su punto débil es la visibilidad hacia atrás debido al diseño de los pilares y la luneta. El aparcamiento se ve perjudicado por esto, aunque por contra el manejo de la dirección y el cambio dejan hacer la maniobra con fluidez. Disponible en el Perú a $33,980 :)
