Venga, esta noticia merece ser resaltada por ser una curiosidad que ocurre de vez en cuando. Resulta que una criadora que se dedica en Huancayo a la crianza de cuyes -conejillos de Indias- se dio la gran sorpresa cuando de uno de sus animales parió un cuy que tenía ocho patas, cuatro orejas y tres ojos, un extraño fenómeno que causo extrañeza y alarma en todo el barrio, por lo que más de una persona ignorante lo vinculó como “un presagio de mala suerte” (?) En efecto, María León Paredes - que se dedica a la crianza de cuyes - se dirigió como de costumbre a la jaula de sus animales para darles de comer y al percatarse que uno de sus cuyes había parido intento separarlos de la jaula encontrando a uno de ellos deforme. La dueña de los cuyes manifestó que la única razón que le encuentra a este suceso seria la poca edad del cuy cuando fue pisada o por la raza especial de cuyes que se dedica a criar, ya que cada uno de sus animales tiene seis dedos en cada patas. Lamentablemente el roedor con malformaciones genéticas apenas sobrevivió algunos minutos. Sin embargo, los vecinos al enterarse del fenómeno, se acercaron presurosamente a su casa, para poder verlo y algunos de ellos no dudaron en asegurar que este sería un “aviso de mal augurio”. Que se podía esperar de esta gente que cree en cruces de madera, ídolos de yeso y telas pintadas como objetos “sagrados” para decir ahora semejantes chorradas. Las cosas que hay que leer :)
