Venga ya, tomar un taxi en Lima -
una caótica ciudad donde impera la ley de la selva en las pistas - puede resultar una odisea para quien utilice este servicio ya que uno no solo esta expuesto a que lo asalten, sino a perder la vida en manos de estos delincuentes al volante. En efecto, estos indeseables simulan ser choferes y ofrecen este servicio utilizando para ello vehículos con placas clonadas y cómplices que abordan sorpresivamente en cualquier esquina, premunidos con armas de fuego, llevándose a sus victimas a lugares desolados para robarles todo lo que llevan encima y si son mujeres, terminan además siendo objeto de ataques sexuales. Ello se debe a que en este país cualquiera puede hacer un servicio de taxi informal (a diferencia de otros países donde los taxis deben ser del mismo modelo y tener un color uniforme, aquí no sucede lo mismo), basta con colocarle al coche una calcomanía o un letrero de “Taxi” que se consigue fácilmente y listo. Si bien existen empresas formales que cumplen todos los requisitos, son una minoría en comparación con los informales. A pesar de los intensos operativos de la policía para acabar con esta lacra, al no ser considerado un delito “grave”, terminan siendo liberados al día siguiente y vuelven a las andadas. Para acabar de una vez por todas con esto, la Municipalidad de Lima ha dictado varias ordenanzas obligándolos a empadronarse y estar plenamente identificados para realizar tal actividad. Sin embargo, aun existen aquellos que se resisten a cumplir con las normas y es por ese motivo que desde el pasado martes entro en vigencia una nueva ordenanza que obliga a los taxistas a que sus coches lleven como distintivo una franja a cuadros, como la imagen que ilustra nuestra nota. Este distintivo es obligatorio para todos los taxistas independientes y estación cuya carrocería no cuente con el color amarillo y blanco, respectivamente, y que permite a los usuarios distinguir un taxi formal de uno informal. "Nuestro objetivo no es sancionar solamente, también es incentivar que los prestadores del servicio de taxi cumplan con las normativas vigentes", explicó Violeta Valiente, subgerente del Servicio de Taxi de la Gerencia de Transporte Urbano de la Municipalidad de Lima. Para ello se realizará una serie de operativos para detectar a los infractores y ser sancionados con una multa equivalente a de S/.195 (equivalente al 5% de una UIT) y se aplicará al propietario de la unidad vehicular. La GTU cuenta con 1,100 fiscalizadores, quienes sumarán la verificación de esta medida a las demás acciones de fiscalización y control que les han encomendado. A ellos se suman los fiscalizadores de los más de 20 municipios distritales de la capital que han suscrito convenio con la comuna metropolitana. Tomar un taxi en Lima puede ser muy peligroso, es por ello que hay que tener mucho cuidado y ser precavido a la hora de utilizarlo :)