Ubicada sobre una fuente diseñada por Pedro de Noguera e inaugurada en 1651 en la Plaza Mayor de Lima, se encuentra la estatua de un ser alado que toca una trompeta anunciando el juicio final del Apocalipsis, que no debe confundirse con un ángel como generalmente se cree, ya que se trata de la representación alegórica de la Fama, que según la mitología griega era la mensajera de Júpiter y suele representarse como figura femenina con alas de águila sobre las nubes o en lo alto de los cielos, tocando una trompeta, la cual desde la época del Renacimiento es representada en fuentes y columnas conmemorativas en muchas ciudades del mundo. Como sabéis, cuando Lima fue fundada por Francisco Pizarro el 18 de enero de 1535, debió esperar 43 años y medio para que su Plaza Mayor tenga una pileta, construida por orden del entonces virrey Francisco Álvarez de Toledo. La inauguración fue el 21 de octubre de 1578 y ella tenía un balaustre y una sobretaza, esta última con ocho mascarones con sus caños por donde caía el agua en la taza mayor. Encima de la sobretaza se encontraba una esfera con un escudo (a un lado con las armas de la ciudad, entregada por el Emperador Carlos V) de donde salía toda el agua sobre la taza. Esta fue reemplazada posteriormente por la fuente monumental de bronce que vemos hoy y que mandada a construir por el virrey García Sarmiento de Sotomayor, Conde de Salvatierra, siendo inaugurada el 8 de septiembre de 1651m. el cual estaba coronado por el Ángel de la Fama o de la Anunciación, una figura escultórica con un clarín en la mano derecha y una bandera con las armas de la ciudad en su mano izquierda. Desde entonces ha sido testigo de los eventos más importantes de la historia de Lima, como la proclamación de la Independencia en 1821 por el Libertador San Martín o la entrada de los invasores chilenos a la capital y poco falto -durante el saqueo de la ciudad - para que también se la llevaran como ‘recuerdo’ a Santiago. En 1900, el entonces alcalde de Lima, Federico Elguera, ordenó remodelar la Plaza Mayor y su fuente, pero debido a la ineptitud y descuido de quienes realizaban los trabajos, la escultura se vino abajo, quebrándose en mil pedazos siendo imposible recuperarla, pero hubo que esperar hasta 1997 cuando el gordo Alberto Andrade - el mismo que como alcalde de Miraflores levanto horrorosas esculturas que son un insulto a la vista - ya como burgomaestre de Lima, decidió reponer la estatua de la fuente, siendo esta una réplica de la pieza original y que fue colocada por el arquitecto Jorge Orrego, quien tuvo que hacer hasta seis figurillas para llegar al prototipo definitivo en bronce - el cual pesa aproximadamente 145 kilos y mide 1.43 metros - que desde entonces vuelve a engalanar la plaza :)
