Como sabéis, la historia de Red Bull, al estar tan llena de tantos y tan diferentes matices, es una que resulta muy atractiva para cualquier apasionado del marketing. Teniendo en cuenta el enfoque único que maneja en términos de mercadeo y publicidad, la popular marca de bebidas energizantes austriaca tiene la particularidad de haberse hecho conocida más por promover un estilo de vida asociado a los deportes extremos y la adrenalina que por el producto en sí mismo. Al estar asociada desde sus inicios a prácticas de este estilo y otras con gran acogida especialmente entre el público joven, Red Bull ha logrado posicionarse como una bebida moderna y de moda aún a pesar de haber sido lanzada hace 32 años. Más allá de su famoso eslogan que reza “Red Bull te da alas” y que hace referencia a su característica de bebida energizante, cosas como las mencionadas anteriormente se han encargado de englobar la marca a un lugar de privilegio permitiéndole ponerse a la par de importantes compañías que gozan de reconocimiento mundial. De la mano con el no menos importante hecho de haber creado una nueva categoría y ser pionera en un mercado que hoy en día genera cifras escandalosas en ventas, Red Bull es un gigante con un modelo de negocios que hasta cierto punto no deja de ser extravagante pero al que sin duda hay que atribuirle todo el mérito tratándose del éxito que en un periodo relativamente corto ha logrado alcanzar la marca. Este tiene la singularidad de invertir una cifra cercana al 25% de los ingresos en publicidad de alto impacto, cosa que a su vez le genera ingentes cantidades de menciones en los medios o lo que se conoce como freepress, con lo cual se puede decir que todo lo que hace Red Bull en cuanto a publicidad, ciertamente tiene un efecto multiplicador. Creada por Chaleo Yoovidhyay Dietrich Mateschitz en los años 80 desarrollando un concepto único de marketing, su lanzamiento en 1987 no sólo fue el de un producto totalmente novedoso, sino el nacimiento de la categoría de bebidas energéticas. Según el fabricante, la bebida tiene un efecto revitalizador y desintoxicante científicamente comprobado, así como propiedades que incrementan las capacidades físicas y potencia la velocidad mental. Se trata de una bebida funcional, no para quitar la sed, que ha sido pensada para su consumo en momentos de alta exigencia física y mental; como por ejemplo en autopistas muy largas que pueden inducir al sueño, en días de mucho trabajo, antes de practicar una actividad de mucho desgaste físico o antes de un examen. En 1.989 y aún sin salir del mercado local, Red Bull empieza a usar otra de sus muy efectivas estrategias usándola aún hoy en día: el patrocinio de jóvenes deportistas en disciplinas de alto riesgo. Este sería además el inicio de una larga relación que la marca sostendría a lo largo de los años con la máxima categoría del automovilismo, un mundo lleno de glamour y de gente con un alto poder adquisitivo en el que ésta empezaría a codearse con otras reconocidas marcas, algo que en adelante evidentemente empezaría a jugar un papel importante en términos de su posicionamiento e imagen. Con la marca apoyándose en influyentes y jóvenes personalidades del deporte extremo y su posterior expansión por otros países de Europa y Estados Unidos en el año 93 - con su presencia en otros deportes que arrastran grandes cantidades de público como el fútbol - Red Bull lograría empezar a dar importantes pasos para convertirse en la gran marca que es considerada hoy en día :)