COPA AMERICA BRASIL 2021: El torneo de la vergüenza
Como si se hubiese retrocedido a los años 30, la Copa América vuelve a navegar por los mares de la desorganización. Aunque esta vez obligado por temas externos. En efecto, luego de quitarle la sede a Colombia por la grave situación política que atraviesa y tras recibir la negativa de Argentina por la crisis sanitaria, la CONMEBOL no tuvo mejor idea que anunciar a Brasil como la sede de la edición 2021, lo cual ha generado una condena generalizada ya que se trata del segundo país con más muertes por COVID-19 en el mundo y que protagonizó el domingo una protesta masiva en contra de Bolsonaro, quien por cierto, acepto de inmediato albergar al torneo más antiguo de la historia en menos de dos semanas. Luego de la polémica decisión, el debate se instauró en las redes sociales: ¿Brasil está en mejores condiciones que Colombia y Argentina para albergar la Copa América 2021? Y la respuesta es un contundente no. El mismo domingo, mientras miles marchaban contra el gobierno, el Ministerio de Salud anunció que el país registraba 874 muertes por COVID-19 en las últimas 24 horas, elevándose la cifra total a los 461.931, siendo el segundo país con más fallecidos en el mundo, solo es superado por EE.UU.(594.431). Para empeorar las cosas, las cifras del número de contagiados crecen a niveles alarmantes por más que las autoridades sanitarias hayan tratado de ocultar la verdad intentando minimizarlo, los casos son tan explícitos que es imposible ocultarlos. “Era muy difícil que se juegue la Copa América en Argentina por la situación de alerta epidemiológica”, había declarado Wado de Pedro, ministro del Interior. Un país que registra cerca de 20 mil casos diarios decidió decirle no al torneo, pero otro con el triple de contagiados por día aceptó de inmediato por razones políticas ya que va ser utilizado por Bolsonaro para su campaña reeleccionista. De entrada, las condiciones sanitarias no están dadas. Fue una decisión apresurada, de último momento y por lo demás desacertada dada las circunstancias difíciles que atraviesa el país por la pandemia. No es de extrañar que a dos días de registrarse una protesta multitudinaria en más de 200 ciudades brasileñas en contra de régimen y enterarse que su país se hará cargo del torneo - para lo cual destinará cientos de millones que bien pueden ser utilizados para comprar vacunas - millares de brasileños hayan vuelto a salir a la calles con pancartas gigantes con las frases“¡Fuera Bolsonaro!”, “¡No a la Copa!” “¡Fuera la Cepa América!” “¡Vacuna para todos ya!” y “Bolsonaro genocida”, presentando además a la original mascota que “representará” al odiado torneo: El Covidinho. Entre los manifestantes estaban hinchadas de clubes como Corinthians, Palmeiras, Gremio y Bahía, quienes han expresado su rechazo a que se juegue en su país, amenazando con boicotearlo, preparando violentas manifestaciones en los alrededores de los estadios donde se tiene previsto que se desarrolle el torneo. Como sabéis, Brasil no vive un momento de estabilidad. De hecho, no la ha vivido desde la llegada de Bolsonaro al poder. Es cierto que no se puede comparar a la grave situación política de Colombia, pero la Copa América de jugarse, se realizará en medio de protestas contra Bolsonaro que posiblemente afecte a los partidos que bien pueden ser suspendidos. Según el comunicado de la CONMEBOL, Bolsonaro aceptó de inmediato recibir el desacreditado torneo en su país. Estadios e infraestructura hay, ya que hace tres años se jugó el campeonato, eligiéndose como sedes para realizarla en esta ocasión al Distrito Federal, cuya capital es Brasilia; Río de Janeiro; Mato Grosso; y Goiás. Hay una quinta sede que sería confirmada en los próximos días. De momento, el gobernador de Sao Paulo, João Doria, informó en su cuenta de Twitter que había comunicado a la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) que el estado no debía ser anfitrión del torneo, debido a que su prioridad es controlar la pandemia. Se ha dispuesto además que se juegue sin público. Cabe destacar que su realización a último momento y con la situación que se vive, lo más lógico sería que no se jueguen en ciudades en grave alerta epidemiológica, pero para la COMMEBOL el dinero y no la salud, es lo importante. Asimismo, ingresar o salir de Brasil, en medio de la pandemia del COVID-19, se ha vuelto una odisea. Independiente de Argentina, por ejemplo, vivió una situación complicada cuando fue a enfrentar a Bahía por la Copa Sudamericana. Varios futbolistas tuvieron que dormir en el aeropuerto a la espera de ser deportados tras estudios en los que se arrojó que seguía detectable la presencia de coronavirus pese a que ya transitaron la enfermedad. Con estos antecedentes, cabe esperar la cantidad de contagiados entre los jugadores que se arriesguen a participar en torneo. A ello debemos agregar las críticas de los especialistas que lambien se oponen a su realización: "Es increíble que el segundo país por número de muertes de covid-19 sea el anfitrión de un evento continental, por lo que podría convertirse en "la gota que derrame el vaso" afirmó el médico Miguel Nicolelis, profesor de Neurociencia de la Universidad de Duke, en Estados Unidos, quien defiende que debería adoptarse alguna medida legal que evite la celebración de la competencia en el Brasil y, si de todos modos se celebra, que la población boicotee el evento. “Esto es una patada en la boca para los brasileños que perdieron familiares, para todos los que hemos estado en cuarentena en casa durante 14 meses. Pero era predecible", dijo Nicolelis. "Nos hemos convertido en el basurero del planeta. Todo lo que no se debe hacer en una pandemia se está haciendo aquí [en Brasil]" añadió. El investigador agrega que el país ya entró en la tercera ola de casos y muertes y que la gravedad de esta nueva etapa dependerá de cómo actúen las autoridades. "La situación brasileña es desesperada. Solo tenemos el 10% de la población vacunada, los casos están creciendo nuevamente, la ocupación de UCI se ha incrementado durante diez días, la tasa de transmisión ha vuelto a estar por encima de uno", afirma Nicolelis. "El deporte, que se suponía que promovía la salud, se ha convertido en un negocio sin el menor respeto por la vida humana. Los griegos deben estar dando vueltas en su tumba con el monstruo que crearon", puntualizó. ¿No sería preferible a que fuera cancelado? Se preguntan muchos. La única explicación posible para insistir en realizarlo contra viento y marea es la avaricia. Por lo visto, el dinero es más importante que las vidas humanas para quienes que se benefician del infame negocio del futbol :(