Sucedió lo que se temía y que muchos ya habían alertado antes de los comicios, debido a la abierta parcialidad mostrada tanto por el (des)gobierno morado de Francisco Sagasti - un incorregible admirador de terroristas - como por las instituciones electorales copadas por parásitos comunistas, quienes con total desvergüenza han hecho todo lo posible para que su candidato Pedro Castillo, se declare de antemano como el “ganador” del ballotage del pasado 6 de junio, a pesar de los cientos de actas observadas y votos impugnados groseramente que aun no han sido resueltos y que podrían cambiar la situación a favor de su adversaria Keiko Fujimori, quien ha solicitado la anulación de 802 actas electorales debido a las graves irregularidades y fraudes en mesa cometidos por interventores de Perú Libre durante la votación, lo que representan unos 200.000 votos. Sin embargo, a pesar de todas las objeciones en su contra que lo deslegitima totalmente, el comunista podría finalmente imponerse en los comicios y hacerse con el poder en el país andino el próximo 28 de julio, instaurando un régimen de terror. Y es que luego de días de boletines parciales sobre las elecciones presidenciales y denuncias de un fraude sistemático para favorecer al candidato senderista, de ganar este, el Perú cometería suicidio al torcer su andar hacia la senda izquierdista, que solo le traerá miseria así como una brutal represión que obligaría a millones de peruanos a emigrar al extranjero. No hay que ser adivino para saber que ello ocurrirá. Basta con ver a Venezuela - tan admirado por Castillo - y en que los chavistas la han convertido. Una situación que obviamente ha llamado la atención de la prensa europea que le dedica por estos días amplios espacios al “retorno del marxismo” en el Perú, tal como titula por ejemplo el alemán Die Welt, que detalla profusamente que China será el gran favorecido con la elección de un comunista como Castillo “al ganar inesperadamente un nuevo aliado antiestadounidense en la región”. Según los resultados oficiales de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), el 50,17 % de los votantes se habría decantado por el aspirante del partido Perú Libre (integrante del MOVADEF, organismo de fachada de Sendero Luminoso), mientras que Keiko Fujimori habría obtenido 49,82 % de los votos, según el boletín de la ONPE. Los resultados también incluyen los sufragios desde el exterior, que no le alcanzaron a la candidata para sobrepasar a su competidor, tal como se esperaba. La diferencia habría sido de un valor cercano a los 74,276 votos a favor del senderista que busca instaurar una dictadura comunista a como de lugar y eternizarse en el poder, al mismo estilo de Cuba, Venezuela o Corea del Norte. En consecuencia, de ganar los comicios, esto será lo que viene para el Perú según el plan de gobierno de Castillo ya anunciado reiteradamente durante la campaña: estatización de los “sectores estratégicos” de la economía , disolución del Congreso para reemplazarlo por una Asamblea Constituyente que redacte una nueva Constitución comunista, “redistribución” de las riquezas, confiscación de las cuentas de ahorros en los bancos, programas de “educación socialista” para adoctrinar a los niños desde pequeños, instaurar el control de tarifas para clínicas privadas, clausura de medios de comunicación adversos al régimen, creación de milicias urbanas y un sinfín de medidas que conforman el mismo desgastado libreto de los demás regímenes socialistas de la región que las han conducido al desastre. Como recordareis, ante las críticas recibidas, Castillo anunció a pocos días de las elecciones un supuesto plan de gobierno más “moderado” tratando de desmarcarse del libreto radical escrito por Vladimir Cerrón, el fundador del partido Perú Libre - y condenado por corrupción - que defiende a capa y espada a la sangrienta dictadura castrista. Pero como podéis imaginar, solo se trató de una estrategia política para llegar al poder, tal como lo hizo Hugo Chávez. Es así como a partir del 28 de julio - si es que antes no sucede algo que impida esta ignominia - el Perú se embarcará en ese triste destino que en redes sociales ya la bautizaron como “Peruzuela”, debido a las similitudes ideológicas con la dictadura chavista y el futuro tenebroso que se espera para el país. Precisamente, durante su cierre de campaña, Castillo volvió a mostrar su lado más radical: el mismo día que tome posesión del cargo, anuncio que firmará una orden para expulsar a todos los extranjeros. Precisamente en ese país hay 1,2 millones de venezolanos indocumentados que llegaron huyendo de la barbarie chavista, que se han convertido en un problema social ya que muchos de ellos se han dedicado a delinquir, desatando el terror en las calles y haciéndolas más inseguras, ganándose por ello el odio de los peruanos. Es justo reconocer que no todos los refugiados han tomado el mal camino, pero por culpa de unos cuantos, estigmatizan a todos, por lo que no es necesario de ser de izquierda o derecha para odiarlos. Simplemente los detestan. En relación al ballotage y si se confirma el conteo rápido, Keiko Fujimori habría perdido por un estrecho margen. Previo a los resultados finales, indicó que desde Fuerza Popular detectaron irregularidades preocupantes en el proceso electoral, por lo que también pidió a los ciudadanos denunciar casos que hayan presenciado. En efecto, varias irregularidades ya eran conocidas desde que el proceso seguía abierto. Por ejemplo, una militante de Perú Libre quedó detenida por tener 256 boletas marcadas a favor de Castillo: por su parte minutos antes, otro ciudadano quedó detenido con otras 60 boletas. Y como estos, hay multitud de casos, ocurridos en lugares remotos y alejados del país, donde Castillo obtuvo absolutamente todos los votos y ella ninguno. Da la “casualidad” que tampoco hubo blancos y viciados. Todos en su conjunto eran para el senderista. Esta clase de “votaciones” amañadas solo ocurren en los regímenes comunistas y no es de extrañar que los asesores cubanos y venezolanos de Castillo los hayan realizado, ya que “expertos” en esos sucios menesteres. Para Fujimori en tanto, no cabe duda de que se trata de un fraude generalizado, que busca torcer la voluntad ciudadana que le dijo NO al comunismo. Cuando se dieron a conocer los resultados a boca de urna, la candidata por Fuerza Popular dejaba en claro lo que representaban las cifras: que en el país hay dos bloques de ciudadanos totalmente antagónicos. En efecto, si se confirman los resultados, casi la mitad del país será opositor a Castillo. Ante tal escenario ¿por qué el socialismo sigue vigente en la región? Es una pregunta que ha sido analizada por expertos. La respuesta es porque, apela al resentimiento y culpa constantemente a otros de sus propios fracasos. La misma línea la vienen siguiendo Argentina, Bolivia, Cuba, Nicaragua, Chile y sobre todo Venezuela, uno de los países más interesados en que la izquierda cobre fuerzas para volver a formar alianzas infames y siniestras como el Alba y el Foro de Sao Paulo. “El socialismo en su engañoso discurso promete una introducción del Estado que te va a dar felicidad, bienes, te va a solucionar los problemas de la vida y eso es muy tentador desde el punto de vista electoral”, aseguro en una entrevista a Die Welt el europarlamentario Hermann Tertsch. “Castillo puede ganar pero no será él quien mande. Detrás estará Cerrón y La Habana, Maduro, Morales y todo el Foro de Sao Paulo que saben bien qué hacer y cómo saquear las minas y riquezas del Perú”, agrego Tertsch tras ver una patética entrevista de Castillo mientras era candidato - la única que dio a un canal de televisión - donde quedo retratada su mediocridad en toda su magnitud. En ella, el profesor de izquierda no fue ni siquiera capaz de justificar las acusaciones de supuestos monopolios económicos y se contradecía una y otra vez, dando un aspecto lastimoso: “No hay que burlarse de él ni de sus evidentes limitaciones, ya que quienes mandaran en realidad en un eventual gobierno suyo serán otros” reitero. No cabe duda que estos comicios han dejado una profunda grieta económica e ideológica en el Perú, un país dividido que avanzaría hacia lo desconocido con alguien tan impresentable como Castillo, que a pesar de autodeclararse abiertamente como “marxista -leninista -maoísta -mariateguista - pensamiento Gonzalo” recuerda más al discurso indigenista del boliviano Evo Morales que al del bolivariano Hugo Chávez. En todo caso, que lo ponga en práctica si llega a la Casa de Pizarro será un desastre en todo sentido y no solo en lo económico. Si a ello debemos agregar el enfrentamiento que tendrá de entrada con el nuevo Congreso - que será de mayoría opositora - al cual quiere disolverlo ilegalmente apenas asuma el cargo para convocar a una Asamblea Constituyente, demuestra lo tormentoso que serian sus días en Palacio. Por lo visto, si algo no sucede de aquí al 28 de julio (como por ejemplo la intervención de las FF.AA., un rumor que está creciendo con el paso de las horas) el Perú habrá elegido su trágico destino y tarde será entonces para lamentarse. Y es que al juzgar a otros países con la misma ideología que de ganar busca implantar Castillo, es ingenuo esperar resultados positivos. Venga ya,la situación en el Perú es muy tensa... esto no va a acabar bien :(
