Para nadie es un secreto que la prensa peruana se vende desde tiempos inmemoriales al poder de turno a cambio de jugosas prebendas y beneficios económicos a costa del Estado. Siempre ha sido así desde los inicios de la República, pero no había pruebas para demostrarlo, hasta que quedaron retratados para la posteridad en los tristemente famosos ‘Vladivideos’, donde pueden verse entre otros, a dueños de medios de comunicación, directores de diarios y periodistas recibiendo millones de dólares en la salita del SIN, de manos del impresentable ‘asesor’ Vladimiro Montesinos a cambio de apoyar incondicionalmente a la dictadura de Kenyo Fujimori, quien instauro un régimen de terror en el Perú tras el autogolpe de Estado en 1992 y cuya caída precisamente ocurrió cuando uno de esos videos comprometedores salio a luz en el año 2000. Es la llamada ‘mermelada’, como se denomina en este país al dinero que reciben los periodistas para tratar de defender lo indefendible. Es típico de aquellos pseudo comunicadores que se ven actualmente en la televisión, radioemisoras y publicaciones escritas, carentes de todo escrúpulo ético o deontológico (como América TV, Canal N, Frecuencia Latina, El Comercio, Correo, La Razón, Expreso, Perú 21, RPP, Capital y Willax por decir solo algunos) cuyo "trabajo" consiste en mancillar honras ajenas. Es fácil detectarlos. Una clara señal es su virulencia para atacar a las personas y no las acciones o faltas de aquellas. No les interesa llegar a la verdad, su negocio es injuriar y amedrentar a quienes atacan a sus "donantes" y pongan en riesgo sus ‘ganancias’ mal habidas. Es el caso de la mafia criminal aprofujimorista, que dispone de miles de millones de dólares robados al Estado durante la dictadura y que los utiliza para comprar conciencias y crear ‘cortinas de humo’ para desviar la atención pública de sus delitos cometidos. Como podéis imaginar, estos pseudoperiodistas de alquiler los defienden cual perros rabiosos ante cualquier crítica que se les hace, porque les pagan bien por ello. Curiosamente los "lectores" que escriben en esos diarios para felicitarlos y apoyar sus puntos de vista, siempre son los mismos, los trolls de toda la vida, el lumpen que se vende por un taper naranja. Nunca denunciaron la corrupción imperante que se vivió durante la sangrienta dictadura fujimorista y por el contrario, justifica sus crímenes y se alinean con ellos. En el pasado estos medios jamás tocaron a Kenyo Fujimori ni a su entorno para cuestionarlos y actualmente (para variar) siguen haciendo exactamente igual. Fueron los mismos que durante años realizaron una nauseabunda campaña mediática - dinero de por medio - buscando que se le otorgue el indulto humanitario a ese despreciable genocida de origen japonés (condenado en un proceso ejemplar a 25 años de prisión por Crímenes de Lesa Humanidad) y una vez logrado, intentan por todos los medios evitar que este indulto sea revocado y vuelva a la cárcel para que siga pagando por sus delitos. Sin embargo, la caída de la dictadura en el año 2000 no significo de modo alguno que dejen de lado sus sucias jugadas, ‘adaptándose’ a los nuevos tiempos. Por si fuera poco, surgieron nuevos ‘mermeleros’ en el sector, pero su modus operandi es previsible. Es justo reconocer que así como en la derecha existe esta clase de especimenes que aparte de sus intimas relaciones con el fujimorismo, siguen teniendo ‘conexiones’ con el Estado (no interesa quien este en el poder ya que al fin y al cabo, ‘negocios son negocios’) en la llamada ‘izquierda’ se da lo mismo y hay medios y periodistas que viven a costa del Erario Público porque los diarios en los cuales ‘trabajan’ carecen de publicidad, y sin ella ¿Que medio puede sobrevivir? Cuando su tiraje es bajo y su credibilidad menos, ya saben a quien tienen que ofrecerse para servirlos ‘lealmente’ a cambio de un buen billete, que no es otro que el gobierno de turno. Tenemos el caso de La República, que siempre ha apoyado a los que se presentaban como los adversarios del fujimorismo (sean los gobiernos de Paniagua, Toledo, Humala y Kuczynski, aunque este ultimo terminó por traicionar sus promesas) a quienes ha defendido con ardor, especialmente al lobbysta a pesar de las contundentes pruebas de su culpabilidad en relación a sus ‘negociados’ con Odebrecht, tratando de minimizar su responsabilidad con el fin de evitar su ignominiosa destitución por el Congreso, atacando a mansalva a quienes pedíamos su renuncia al cargo, que al final se dio. Su caída no significo que dejasen de percibir ‘beneficios’ del Estado, ya que al igual que los medios conservadores, se subieron al coche del nuevo gobierno esperando seguir recibiendo de la ‘suya’.Y es que cuando se trata de dinero, allí todos son ‘amigos’. Pero tras ser dado a conocer un proyecto de la ley por parte del congresista Mauricio Mulder, que busca prohibir la publicidad estatal en los medios privados, estos en su conjunto, sintiéndose afectados en su bolsillo - sean conservadores o de ‘izquierda’- pusieron el grito en el cielo, afirmando que se trata de un’ atentado a la libertad de expresión’(?) cuando no hay nada de cierto en ello, ya que nadie les prohíbe publicar lo que quieran, solo que ya no iban a seguir recibiendo un solo centavo por parte del gobierno para hacerles propaganda. Como escribí en una anterior ocasión, el Estado tiene sus propios medios de comunicación como TV Perú y Radio Nacional que a diferencia de los privados, si llegan efectivamente a todos los rincones del país, por más alejado y remoto que sea, por lo que no necesita de sus servicios para publicitar su labor y a un costo mucho menor que las exorbitantes tarifas que tienen que pagar actualmente a los privados. ¿Sabían que el Estado ha tenido que desembolsar desde 1980 cerca de 10,000 millones de dólares para colocar sus avisos en dichos medios y que estos perderían el ‘negocio’ si se aprueba la Ley? Esta es la verdadera razón de sus desesperadas protestas. Si les quitan la ‘mermelada’ ¿De que van a vivir? Hoy quiere dárselas de ‘victimas’ aprovechando una torpeza del Legislativo que en el momento menos indicado, llamó a licitación para comprar televisores LED, frigobares y computadoras, cuando bien pudo haberlo realizado en otra ocasión. Al denunciar interesadamente este intento del Congreso y recibir como respuesta por parte de su presidente Luís Galarreta que “apoyaría la aprobación de dicha ley de todas maneras”, quien presentarlo como un acto de ‘venganza’. Por si fuera poco y como era de esperar, el precario inquilino de Palacio salio en defensa de los mermeleros, aquellos a quienes tiene que estar agradecido porque han ‘silenciado’ sus delitos y no hablan de ello. Hala ¿Os habéis dado cuenta que no dicen una sola palabra sobre su implicación en el Caso Kuntur Wasi donde quiso entregar el control del aeropuerto internacional de Chinchero a un grupo chileno cuyo accionista mayoritario es Sebastián Piñera, amigo cercano de Kuczynski y que lo obligaron a renunciar al cargo de ministro de Transportes al estallar el escándalo para evitar ser censurado? ¿Ya se ‘olvidaron’ de ello? Tiene motivos de sobra para apoyarlos, porque también le son útiles para crear cortinas de humo y que nadie proteste por el reciente ‘paquetazo’ que afecta a todos. Lo cierto es que estos parásitos pretenden seguir viviendo a costa del Estado ya que se saben incapaces de generar sus propios ingresos y quieren ‘asegurarse’ de seguir conservando sus ilícitas ganancias, cuando esos recursos bien pueden ser destinados a los sectores que realmente los necesitan y no a quienes - como ahora- se venden al mejor postor. Los medios privados deben ser competitivos y no depender de un subsidio estatal para sobrevivir. El que no se sienta capaz de hacerlo, que desaparezca. Esperemos que en el Congreso no cedan a las presiones y lo aprueben a la brevedad posible :)
