Venga ya, mientras los peruanos ilusamente han descubierto de la noche a la mañana la palabra “mágica”- referéndum - el cual creen que solucionara todos sus problemas como por encanto, lo que a todas luces resulta un vil engaño, ya que quienes van a realizar las reformas prometidas demagógicamente el pasado fin de semana por el precario inquilino de Palacio son los mismos que se han cargado al país (y que entre otros ofrecimientos, pretenden restaurar el Senado para seguir robando a manos llenas), existe quien aprovechando las actuales circunstancias que se viven por estos días, pretendió fugar del Perú mediante un artilugio para evitar responder por sus múltiples delitos ante la justicia, pero fracaso miserablemente en su intento. Nos referimos obviamente, al conocido lobbysta y Traidor a la Patria Pedro Pablo Kuczynski, a quien el juez Juan Carlos Sánchez Balbuena, del Tercer Juzgado de Investigación Preparatoria Anticorrupción, rechazó su pedido para viajar a los EE.UU., “a fin de someterse a una evaluación médica” (un eufemismo utilizado para pretender escapar de la justicia) el próximo 6 de agosto. Según el magistrado, el pedido no procede porque sería desnaturalizar la medida de impedimento de salida del país que se le impuso en marzo de este año. Como parte del engaño cuidadosamente elaborado, su abogado César Nakazaki, había presentado un documento médico donde indicaba que su patrocinado debía ser evaluado por una fibrilación cardiaca. El médico tratante de Kuczynski - quien desde el 24 de marzo tiene impedimento de salida del país - había considerado en un informe que este “debía pasar por un control médico en la misma clínica donde viene siendo atendido desde el 2003”. Para el fiscal José Domingo Pérez, sin embargo, no existía norma legal que ampare el absurdo pedido. Además, calificó de sospechoso que su colega, el fiscal Marcial Páucar, no se opusiera al pedido y no solicitara la intervención de peritos médicos. Por ello, exhortó a que se le realice una exhaustiva investigación, ya que no nos debe sorprender que también sea parte de la mafia enquistada en el Poder Judicial. De otro lado, consideró que la defensa de Kuczynski no sustentó adecuadamente su solicitud ni se practicó alguna pericia donde se certificara la necesidad de que el procesado sea tratado en el extranjero, cuando muy bien puede realizarlo en el Perú, por lo que quedo desbaratado su plan de fuga a los EE.UU. y una vez allí, declararse “perseguido político” como Toledo para no ser extraditado. Como recordareis, Kuczynski fue obligado a renunciar ignominiosamente a su cargo de Presidente de la República para evitar ser destituido por el Congreso, acusado de graves cargos de corrupción al recibir millonarios sobornos de la constructora brasileña Odebrecht para favorecerla en la concesión de obras publicas que resulto en un gran perjuicio para el Estado peruano, cuando era ministro de Economía y luego primer ministro del hoy prófugo Alejandro Toledo, quien por cierto también recibió 20 millones de dólares por ese vil negociado. Mentiroso compulsivo hasta el final, a pesar de las reveladoras pruebas en su contra que lo pintan de cuerpo entero como un corrupto y manipulador, Kuczynski solo prolongo innecesariamente su agonía durante los últimos meses de su presidencia, arrastrando consigo a la débil institucionalidad democrática del Perú, al negarse a renunciar a su cargo tras descubrirse su implicación en el caso Odebrecht, el mayor escándalo de corrupción en América Latina. Desesperado y ante la posibilidad de terminar sus días tras las rejas por ladrón, saco un as de la manga para intentar salvarse y este no fue otro que el otorgamiento de un “indulto humanitario” - ilegal desde todo punto de vista - al despreciable genocida Kenyo Fujimori, condenado en un proceso ejemplar en el 2009 a 25 años de prisión por Crímenes de Lesa Humanidad, quien cumplía su sentencia en ‘una cárcel dorada’ donde era el único inquilino y no en un presidio común rodeado de criminales de la peor especie como debía haber sido debido a la gravedad de sus delitos. Aprovechando el estallido de una guerra de poderes al interior del fujimorismo - que controla férreamente el Congreso - entre los hijos del dictador, cual serpiente venenosa supo traerse a su lado al menor Kenji Fujimori (el despistado y ambicioso engreído de su ‘api’) prometiéndole firmar el indulto para su padre, a cambio de que el grupo que tiene bajo su mando se abstuviera en la votación en la que se iba a decidir su destitución en el Parlamento y así salvarse. Tras conseguir su objetivo de no ser apartado del cargo - ‘gracias’ además al vergonzoso papel de esos parásitos de la ‘izquierda’ que abandonaron el recinto para no votar - el genocida fue puesto en libertad a pocas horas de la Navidad, desatando una gran conmoción en el Perú por ese acto de traición, uno de los muchos en su dilatada carrera. Si creía que con el paso de los días todo se iba a ‘normalizar’ y su aberrante delito quedaría impune, se equivocó completamente, ya que fueron dados a conocer una serie de reveladoras pruebas conocidas como los ‘Kenjivideos’ en el cual salio a la luz las negociaciones secretas realizadas con diversos congresistas por parte de Kenji en nombre de Kuczynski tratando de comprar sus votos a cambio de una serie de prebendas para evitar que este no sea destituido, como ocurrió en aquella oportunidad. El escándalo subsiguiente propicio su irremediable caída y en esta ocasión nadie lo pudo - ni quiso - salvar. Sin poder alguno y tras su fracaso de evadirse a la justicia intentando huir cobardemente del país, se enfrenta a una serie de graves acusaciones que ni su avanzada edad evitara que termine en la cárcel, quizás en la misma celda que ocupaba Fujimori, el cual por cierto esta muy nervioso ya que existe la firme posibilidad que vuelva a prisión si el TC declara nulo el indulto otorgado ilegalmente, lo cual podría ocurrir próximamente. En estos días, en que el escándalo de los denominados ‘Audios de la Vergüenza’ que demuestran en toda su magnitud la podredumbre moral en la que se encuentra la justicia en el Perú acaparan la atención y el interés de la opinión pública, no debe dejarse de lado - como algunos medios interesadamente lo intentan - el caso Odebrecht, ya que ambos se complementan perfectamente y es que muchos de los acusados están seriamente comprometidos en ambos como “La Señora K” (Keiko Fujimori, dejémonos de hipocresías) quien tiene mucho que responder por sus delitos. A la cárcel con todos ellos :)