“Que pésimo gusto tienen en este país” recuerdo que dije cuando vi por primera vez esa monstruosidad de mil colores levantada en el malecón Cisneros de Miraflores en octubre del 2013 y desde entonces, sin querer lo vuelvo a ver cada vez que paso por allí, preguntándome porque semejante engendro perpetrado por un creador perverso y desquiciado, aun no ha sido derribado. Horrible por donde se le mire, fue obra del recientemente desaparecido “artista plástico” - es un decir - José Tola e inaugurada nada menos que por el actual Alcalde de Lima Jorge Muñoz, que en esa época era burgomaestre miraflorino. Como podéis imaginar, desde ese día se convirtió en el tema de debate de miles de personas a través de las redes sociales, quienes no ahorraron sus criticas al esperpento ese, bautizada con justa razón como el ‘Monstruo del Malecón Cisneros’. A través de la escultura, que tiene 7 metros de alto, 2, 25 metros de ancho y más de 2 toneladas de peso - hecha de metal, resina, fibra de vidrio y pintura - Tola presento a un personaje antropomorfo de dos caras: masculino y femenino, un simbolismo presente en las aberrantes figuras que ha creado durante su trayectoria. “Es una escultura que el distrito se merece y que al apreciarla permite descubrir sensaciones propias y de las que quiere decirnos su creador; además de convertirse en un gran atractivo para llevar a Miraflores en el corazón”, dijo un desvariado Jorge Muñoz en aquella oportunidad, quien agregó que esta deformidad “contiene los matices coloridos y antropomorfos característicos del arte de Tola y, esta vez, se hace realidad con la producción del artista Marcelo Wong”. Venga ya ¿Cómo pueden llamar “arte” a semejante espanto y “artistas” a quienes crearon tamaña barbaridad? Lo peor de todo es que esa diabólica figura fue posible gracias al apoyo de la citada municipalidad, malversando fondos que bien podría haberse destinado a zonas deprimidas del distrito, que los tiene. Han pasado 6 años desde su creación y a pesar del rechazo generalizado por haberlo instalado en el malecón, inexplicablemente aun continúa en pie, como una muestra detestable de la degradación humana :(
