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sábado, 7 de marzo de 2020

PERÚ: Carne de presidio

En estos días, en que los operadores mediáticos del vizcarrismo - aquella prensa carroñera servil a sus intereses que trafica con el dolor humano - crean repugnantes y vomitivas cortinas de humo con el objetivo de desviar la atención pública de los escándalos de corrupción protagonizados por miembros del oficialismo, se dieron a conocer nuevas denuncias que involucran a otras “joyitas” de este régimen delincuencial que se hunde irremediablemente a la vista de todos. En efecto, en las últimas horas nos hemos enterado de que los ministros Rocío Barrios (Producción) y Carlos Lozada (MTC) afrontan pesquisas fiscales por los delitos de peculado y colusión, respectivamente. Barrios, cuando era directora de asuntos administrativos de la PCM en el 2014, habría favorecido a través de contratos simulados a dos empresas para el mantenimiento de 40 vehículos. De acuerdo al Ministerio Público, se apropió dolosamente de más de 177 mil soles para pagar a las empresas Andrea S.A.C. y Grupo Torres & Torres Luna SAC., por lo que el MP ha requerido 9 años y 3 meses de prisión efectiva en su contra. De esta manera, Barrios es el enésimo nombre que se añade a la deshonrosa galería de ministros que, a poco o mucho de haber asumido el cargo, debieron salir por la puerta falsa al ser defenestrados luego de que se divulgaran denuncias, investigaciones o conductas impropias de su investidura. Otro de los ministros cuestionados es Lozada, investigado por la Fiscalía por el delito de colusión simple en agravio del Estado, quien habría beneficiado en su papel como director de Provías Nacional en el 2018, a una empresa española con la licitación de obras para el mejoramiento de la carretera Checca-Mazocruz (Puno), pese a que esta firma no tenía siquiera RUC ni código de cuenta interbancario. A ello debemos agregar la manera fraudulenta como autorizó, el último día del 2018, el pago de 13 millones de soles a Obrainsa, investigada por el ‘Club de la Construcción’ (CC). Pero la inmundicia de este (des)gobierno no es ninguna novedad ya que es corrupto por naturaleza. Otro ejemplo de ello es el expremier -y operador del improvisado Martín Vizcarra para llegar a la Presidencia - César Villanueva, quien afronta una orden de 18 meses de prisión preventiva por haber recibido millonarios sobornos de la constructora brasileña Odebrecht a cambio de la carretera San José de Sisa (San Martín); Además, Edmer Trujillo, extitular del MTC, es investigado por el adelanto de más de 41 millones de soles a la compañía ICCGSA, también involucrada en el CC, mientras Vizcarra era gobernador regional de Moquegua, el cual según las investigaciones realizadas, también habría sido generosamente “favorecido” ; La Fiscalía de la Nación, de igual forma, estudia abrirle indagación a Juan Carlos Liu, exministro de Energía y Minas, cuya empresa asesoró en el 2012 a Odebrecht en el proyecto Gasoducto del Sur (GSP). Liu, como se recuerda, renunció al Minem luego de que se descubriera que se reunió - por intermedio el exprocurador Jorge Ramírez - con representantes de la firma transnacional para conversar sobre la demanda ante el CIADI por el retiro de la concesión del GSP. La lista de ministros cuestionados es larga, demostrando con ello una improvisación en todo nivel. El tema de fondo, sin embargo, es que lo excepcional parece haber devenido regla en los gabinetes vizcarristas. Es decir que, tarde o temprano, tal o cual ministro queda en evidencia al revelarse antecedentes tan graves como los que la Fiscalía imputa a la ministra Barrios. ¿Qué pasa en la PCM? ¿Se ha dado acaso la peregrina directiva de mirar a otro lado cada vez que se designa un ministro? ¿Llega a tanto la incompetencia cuando se revisa el currículum de los candidatos? ¿Tan escasos son los profesionales fiables al alcance del régimen golpista? Desde que Vizcarra asumió el poder el 23 de marzo del 2018 tras la obligada dimisión del conocido lobbysta y Traidor a la Patria Pedro Pablo Kuczynski por sus comprobados vínculos con Odebrecht, los cambios en el gabinete han sido constantes. Lo más patético de todo es que Vizcarra, quien ahora hipócritamente enarbola la bandera de la lucha anticorrupción, ha sido precisamente uno de los mas beneficiados por la constructora brasileña, y eso que no nos referimos a su participación en el affaire Kunturwasi, donde aparece involucrado hasta el cuello junto a Kuczynski (integrante junto con el, de la organización delictiva Los Cuellos Blancos de Choquehuanca) en otro gran escándalo que perjudica gravemente los intereses nacionales y donde la Fiscalía sospechosamente aun dice nada. De este modo, en medio de tantas denuncias de corrupción donde sus integrantes aparecen seriamente involucrados, ¿el nuevo Congreso debe dar el voto de confianza al gabinete liderado por el impresentable Vicente Zeballos, quien acaba de afirmar que los cuestionados ministros gozan “de la total confianza” del Ejecutivo? A que no lo merece y por el contrario debe censurarlo. Es increíble la incapacidad absoluta de este (des)gobierno liderado por un corrupto que antes de lo que se imagina, terminara con sus huesos en la cárcel. Lo triste es que nadie que posea capacidad y conocimiento que el cargo de ministro requiere, desea ser parte del gabinete ya que no quiere que se le asocie con ese cuestionado sujeto. Con decir que la actual “ministra” de Economía no pasaría de ser una portapliegos en un país serio, lo digo todo. Es por ese motivo que al improvisado golpista solo le queda por “elegir” a oportunistas y arribistas sin experiencia alguna para el cargo de ministros, a los que termina rotándolos de un puesto a otro porque no hay más. Es lo que hay y ahí vemos los desastrosos resultados. Por cierto, debemos agregar que Vizcarra a pesar de su innata mediocridad - sin un partido propio que defienda “sus logros” en un Congreso que recién se inicia - por mas que de boca para afuera se empeñe en decir lo contrario, busca atornillarse en el cargo, tratando de reelegirse en el 2021 a pesar de estar incapacitado para ello, o en todo caso, elegir a “dedo” a su sucesor, quien le cubra las espaldas y lo proteja de las múltiples acusaciones de corrupción que se le van a venir encima. Entre sus “candidatos” podemos citar a ese actorcillo fracasado y desempleado que fungía de “primer ministro” o quizás elija a ese alcalde distrital que le gusta llamar la atención con sus constantes apariciones en los pasquines sensacionalistas y que es hijo de su embajador en Japón. Menos opción tiene por cierto aquel judío, sin trabajo conocido y mantenido por su mujer, a quien según cuentan, ya le bajaron el dedo en Palacio por mas rastrero que se muestre en sus declaraciones de apoyo al oficialismo. Venga ya, en este país de pandereta cualquier advenedizo se cree con el “derecho” a ser el nominado. Cuanto mas demagogo y populista sean sus ofrecimientos, mucho mejor. A ello debemos sumar que quien va a ser el favorecido va a tener todo el apoyo del aparato del Estado, que de la forma más burda y grosera intentara “inflar” su candidatura mediante encuestas digitadas desde Palacio y pagadas por todos los peruanos. Otra cosa es que se imponga en las elecciones. No nos sorprenda por eso que Vizcarra intentara hacer un fraude para asegurarse de que su “elegido” - en caso que el finalmente no se presente - gane a como de lugar y así evitar terminar sus días en prisión como la rata inmunda que es. De este no me fío un pelo :(
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