Mira tú, hace unos días celebrábamos la ignominiosa caída de un impresentable sujeto de amplio prontuario delictivo (vacado por el Parlamento del cargo que ocupaba ilegalmente ya que nadie lo había elegido) y que el país andino por fin había regresado a la senda de la legalidad tras el colapso de una ominosa dictadura, para que luego ese mismo Congreso en una actitud realmente suicida - tras la muerte de dos tontos útiles al servicio del terrorismo vizcarrista y sus socios del MOVADEF en una intentona golpista la noche del sábado - decidiera conminar al Presidente Constitucional Manuel Merino a renunciar, o caso contrario seria destituido por los mismos que lo eligieron apenas cinco días antes. Cuando me entere no quise creerlo ¿Pero que broma es esta? ¿Por dos subversivos muertos y a quienes se les veía atacando a la policía con bombardas y otros objetos contundentes? En todo caso los culpables son todos aquellos quienes promovieron las protestas como los medios de comunicación, así como conocidos políticos oportunistas desesperados porque se les había acabado la “mermelada” que el delincuente de Vizcarra repartía a manos llenas. Lamentablemente, el señor Merino de una forma cobarde - en lugar de implantar el toque de queda las 24 horas y sacar los tanques a las calles para restaurar el orden - accedió al pedido de los conspiradores y dio un paso al costado, posibilitando que un admirador confeso del MRTA, asumiera al cargo esta semana. El Perú no ha podido caer mas bajo y su futuro se ve muy sombrío. Como sabéis, en los últimos tres años, hubo cuatro procesos de vacancia presidencial, se disolvió ilegalmente un Congreso y este martes accedió al cargo un nuevo mandatario, el cual vaya uno a saber cuanto va a durar, ya que bien podría ser vacado por el Congreso luego que este jueves el TC declaro que la salida de Vizcarra fue legal y no “un golpe de Estado” como la prensa mermelera repitió hasta el hartazgo. Para nadie es un secreto que, el sistema político peruano en los últimos años ha funcionado como un vil negocio donde todo se vende al mejor postor y que funciona de la siguiente manera: en tiempos de campaña los dueños de inscripciones electorales (hiperbólicamente llamadas “partidos”) reciben aportes y subastan los puestos en sus listas para el Congreso. A más dinero que uno ofrezca, más encumbrada será su candidatura. Esto generó una política sin lealtades partidarias ni vínculos entre candidatos, partidos y sociedad. La única consistencia de estos ‘políticos’ era rentabilizar sus aportes de campaña. A ello debemos agregar que el soborno que cobran autoridades subnacionales se institucionalizó, y los empresarios se sumaron sin reparos a la corrupción de las obras públicas en el Perú del aparente boom económico. Pseudos líderes de opinión, tecnócratas, empresarios y políticos venales aplaudieron y alentaron a ese país de ‘crecimiento’ económico sin ley. Pero el sistema entró en franca descomposición cuando estallo el escándalo Odebrecht, que mostró la podredumbre de la clase política peruana en toda su magnitud, ya que aquellos quienes que dirigieron los destinos del país en las ultimas décadas - sean de derecha o izquierda - habían recibido millonarios aportes y suculentos sobornos de la constructora brasileña para favorecerla al momento de entregar en concesión la construcción de importantes obras publicas - con gravísimo perjuicio de los intereses del país - y la fiscalía los tocó uno a uno. Fue como un misil que acabo con sus negociados y la verdad llego a saberse. El Perú toco fondo. Demás esta decir que al poco tiempo, muchos de los responsables de aquellos delitos bien están muertos o en la cárcel. Y ello es solo el comienzo. Cayeron los cabecillas, pero sobrevivió la codicia cortoplacista. Cuando el conocido lobbysta y Traidor a la Patria Pedro Pablo Kuczynski, fuera elegido en el 2016, solo obtuvo una bancada exigua que, como era natural en este sistema, se deshizo al poco tiempo. No pudo gobernar y para evitar ser vacado por el Congreso al descubrirse sus nexos con Odebrecht, no le quedo más remedio que renunciar. Peor aun al saberse traicionado por su vicepresidente Martín Vizcarra, un impresentable sujeto de lo mas ruin, ambicioso y sin escrúpulos que se haya conocido, quien no dudo en conspirar conjuntamente con la mafia fujimorista para derribar a su jefe y ocupar su puesto en Palacio, pero una vez en el poder, traiciono a sus cómplices, disolviendo inconstitucionalmente el Congreso que controlaban e instaurando una dictadura. Tratando el muy bastardo de asegurarse en el cargo que de una forma ilegitima había asumido, llamo a elecciones congresales creyendo que iba a tenerlos controlados, pero se equivoco completamente y al final termino expectorado, acusado de graves delitos de corrupción por lo que fue vacado por incapacidad moral. El delincuente por fin había caído y la democracia parecía haberse recuperado con la asunción del señor Manuel Merino a la Presidencia. Lo que a primera vista parecía una salida democrática terminó por no serlo, debido a la desesperación de la prensa prostituida y servil al régimen caído - quienes viendo en peligro su propia existencia al cortárseles de inmediato los cientos de millones de soles que Vizcarra les entregaba alegremente ya que se encuentran en la quiebra - desataron una feroz campaña mediática sembrando el odio contra el nuevo gobierno llamado abiertamente al golpe, azuzando a las masas ignorantes a que salieran a las calles, quienes como carne de cañon fueron utilizados para sus oscuros fines. De esta forma, en confabulación con el terrorismo vizcarrista y el MOVADEF, desataron el terror y la violencia en Lima y otras ciudades del país, atacando salvajemente con bombardas y otros objetos contundentes a la policía. Ello demostró meridianamente que de “marchas pacificas” no tenían nada. Los golpistas querían sus muertos y los obtuvieron. Incapaz de hacerles frente, el señor Merino cedió al chantaje de los conspiradores y renuncio a la presidencia, posibilitando que un oscuro representante de las minorías en el Congreso - quien ni siquiera obtuvo el 5% en las últimas elecciones - sea su sucesor. ¿Dónde se ha visto aquello? Sin duda alguna que se trata de una perturbadora señal de la magnitud de la descomposición sociopolítica del Perú. Tal es el desquicio que estos grupos marginales decidieron desde la tarde del domingo imponerle al país que la presidencia del Poder Legislativo recaiga nada menos que en una peligrosa comunista. Como si el problema nacional se solucionase estableciendo turnos de poder fijados al margen de lo que decida libremente la ciudadanía mediante el voto. La ceguera es tal que la izquierda propuso asimismo coartarle las facultades a los partidos de la mayoría que votaron a favor de vacar al corrupto Vizcarra (105 congresistas de los 120 que votan regularmente) negándoles el derecho a presentar listas individuales y/o conjuntas para integrar la directiva congresal ¿Dónde se ha visto semejante despropósito? Lo peor es que la mayoría accedió a ello y se autoexcluyeron del control tanto del Estado como del Congreso. Semejante cobardía de aquellos partidos que no impidieron que ello suceda - temerosos de la indiada soliviantada en las calles - es imperdonable. Por cierto, del actual inquilino de Palacio no espero nada bueno, aunque cualquiera es mejor que ese sinvergüenza que suplico insistentemente al TC para que lo reponga en el cargo, algo que jurídicamente era imposible, por lo que como es obvio, no tuvo éxito en su absurdo pedido ya que su vacancia fue constitucional (Venga ¿os habéis dado cuenta que producido el golpe mediático de los medios de comunicación en defensa de su ‘mermelada’ y colocado a su recomendado en el cargo de ‘Presidente’ ya no les interesa cubrir las manifestaciones de aquellos tontos útiles que se dejaron utilizar una vez más y que siguen marchando por las calles desengañados rápidamente, porque creían ilusamente que los golpistas iban a convocar a una Asamblea Constituyente para elaborar una nueva Constitución y dar un giro radical en la economía, pero no va a ocurrir nada de ello? Si que se las metieron doblada...) :)
