Como si no fuera suficiente el daño causado a la humanidad por esta plaga apocalíptica de origen chino desde el 2020, se ha dado a conocer una nueva variante, llamada ómicron, que ha desatado el pánico en el mundo. Esta nueva iteración del Coronavirus, identificada por primera vez en Botswana y Sudáfrica, ha despertado la preocupación de científicos y funcionarios de salud pública debido a un número inusualmente elevado de mutaciones que tienen el potencial de hacer que el virus sea más transmisible y menos susceptible a las vacunas existentes. La Organización Mundial de la Salud la ha descrito como “variante preocupante” y el lunes advirtió que los riesgos globales que plantea son “muy elevados”, a pesar de lo que los funcionarios describieron como una vorágine de incertidumbres. Hasta ahora se han identificado casos en 20 países, entre ellos el Reino Unido, Italia, Bélgica y Holanda. Este martes funcionarios estadounidenses dieron a conocer que ya se había detectado ómicron en un pasajero que volvió de Sudáfrica a California y en un hombre de Minnesota que había pasado una temporada en Nueva York. Es demasiado pronto para decir hasta qué punto se extenderá la variante en los EE.UU. Si bien solo se habían identificado dos casos, los expertos señalan que es probable que se encuentren más en los próximos días y semanas. La primera persona que dio positivo por la variante regresó a San Francisco desde Sudáfrica el 22 de noviembre y dio positivo el 29 de noviembre, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. La persona, que estaba completamente vacunada, tenía síntomas leves y estaba mejorando, dijeron los funcionarios de salud. El principal experto en enfermedades infecciosas de los EE.UU., Anthony S. Fauci, dijo que los rastreadores de contactos habían identificado a todas las personas que habían tenido contacto cercano con la persona infectada y que, hasta el momento, todas habían sacado resultados negativos para el virus. En el segundo caso, de Minnesota, el hombre había estado en Nueva York en una convención de anime y desarrolló síntomas leves el 22 de noviembre, al poco tiempo de llegar a la ciudad. A los dos días dio positivo en la prueba del virus. Las autoridades de salud dicen que el hombre, que no había viajado fuera del país, estaba totalmente vacunado y había recibido una vacuna de refuerzo a principios de noviembre. Ya no presenta síntomas, según las autoridades. Uno de sus contactos cercanos en Minnesota ha dado positivo en la prueba de COVID-19, según las autoridades, pero aún no han determinado si esa persona también tenía la variante ómicron. El descubrimiento de esta nueva variante ha provocado un pánico considerable en Europa, y varios países han prohibido los vuelos procedentes del sur de África, mientras otros han dejado de admitir por completo el ingreso de viajeros extranjeros. No obstante, los expertos en salud pública han pedido cautela, señalando que todavía no hay pruebas sólidas de que ómicron sea más peligrosa que variantes anteriores, como la delta, que superó con rapidez a sus predecesoras. Aunque la variante delta resultó ser mucho más transmisible que las variantes anteriores, y hay algunos datos que sugieren que puede causar una enfermedad más grave en los no vacunados, hay pocas pruebas de que sea más letal o capaz de evadir la protección de las vacunas. Todavía se desconoce mucho sobre la variante ómicron, incluyendo si es más transmisible y capaz de causar una enfermedad más grave. Hay algunas pruebas de que la variante puede reinfectar a las personas con mayor facilidad. Hay indicios además de que puede causar solo una enfermedad leve; sin embargo, esta observación se basa principalmente en los casos que se han presentado en Sudáfrica entre los jóvenes, quienes son, en general, menos propensos a enfermarse de manera grave con COVID-19. El martes, Regeneron señaló que su tratamiento con anticuerpos COVID-19 podría ser menos eficaz contra la variante ómicron, un indicio de que los populares y beneficiosos fármacos de anticuerpos monoclonales podrían tener que actualizarse si la variante nueva se propaga de manera agresiva. Dicho esto, la aparición de ómicron es tan reciente que puede pasar un tiempo antes de que los expertos sepan si es más patógena. Como sabéis, las hospitalizaciones por COVID-19 tienen un retraso de dos semanas o más con respecto a los contagios nuevos. Pero ¿porqué los científicos están tan preocupados por esta variante? A medida que el coronavirus se reproduce en el cuerpo de las personas, surgen nuevas mutaciones de manera constante. La mayoría de ellas no le aportan ninguna ventaja nueva al virus, pero a veces las mutaciones pueden darle una ventaja al patógeno al permitirle propagarse con más facilidad entre sus huéspedes humanos o sortear la respuesta inmune del organismo. Se espera que las vacunas proporcionen cierta protección contra la variante ómicron porque no solo estimulan los anticuerpos, sino también otras células inmunitarias que atacan a las células infectadas por el virus. Con el argumento de que es posible que la inmunidad disminuya a partir de los seis meses de la vacunación, se están promoviendo las vacunas de refuerzo para aumentar los niveles de anticuerpos. Fauci instó a la gente a recibir una vacuna de refuerzo, que, según él, podría proporcionar una protección adicional contra la enfermedad grave. “Lo hemos dicho una y otra vez y vale la pena repetirlo. Si no estás vacunado, vacúnate, ponte el refuerzo si estás vacunado, sigue utilizando los métodos de mitigación, como la mascarilla, evitar las multitudes y los espacios poco ventilados” afirmó. Moderna, Pfizer-BioNTech y Johnson & Johnson, fabricantes de las vacunas aprobadas para su uso en los EE.UU., así como AstraZeneca como Sputnik V, de uso generalizado en Europa, dijeron que están estudiando la variante ómicron y expresaron su confianza en la capacidad que tienen para adaptar sus fórmulas a la variante. Entretanto, solo queda aplicarse todas las vacunas y seguir cuidándose para evitar ser víctima del virus :(